Los agricultores y ganaderos de la Unión Europea han demostrado ser un servicio esencial y fundamental para mantener el abastecimiento de alimentos a la sociedad en un escenario marcado por grandes dificultades como la crisis sanitaria ocasionada por la pandemia del Covid-19 y la presión permanente en las explotaciones. En el caso de España, agricultores y ganaderos no dudaron en abandonar las movilizaciones en las que estaban inmersos a principios de año para convertirse en la despensa de Europa, pese a la grave crisis de rentabilidad de las explotaciones agrarias, cuyos titulares siguen mirando con incertidumbre el nuevo horizonte que se abre ahora.