La firma automovilística Nissan registró unas pérdidas netas de 285.600 millones de yenes (unos 2.310 millones de euros) durante el primer trimestre de su año fiscal, que abarca de abril a junio de 2020, frente al beneficio de 6.400 millones de yenes (51 millones de euros) que obtuvo en el mismo periodo de 2019.
Según datos de la compañía japonesa, entre abril y junio la facturación se redujo a la mitad, hasta 1,17 billones de yenes (9.463 millones de euros) en un periodo marcado por la pandemia mundial del coronavirus, que obligó a la mayoría de los ciudadanos del mundo a estar confinados para evitar la propagación del virus.
«En el primer trimestre del año fiscal, las ventas de vehículos cayeron en todo el mundo casi a la mitad debido a la pandemia, lo que afectó significativamente a las ventas de Nissan. Para limitar la propagación del Covid-19, la compañía suspendió la producción en fábricas de todo el mundo. Desde entonces, las plantas han ido reanudando sus operaciones, pero por debajo de su capacidad debido a las menores ventas», ha explicado la firma nipona.
Así, las pérdidas operativas de Nissan se situaron en los 153.900 millones de yenes (1.244 millones de euros), en comparación con los 1.600 millones de yenes (12,9 millones de euros) que ganó un año antes. Así, el margen operativo de la compañía fue del -13,1%.
BARCELONA
Entre abril y junio, Nissan matriculó en todo el mundo 643.000 vehículos, lo que supone un descenso del 47,7% en comparación con el mismo periodo del año pasado.
Estas cifras se unen a las pérdidas ya anunciadas por Nissan, y que sigue previendo, para todo su año fiscal 2019-2020 (que acabó en marzo de este año), cuando registró unas pérdidas netas atribuidas de 671.200 millones de yenes (5.688 millones de euros), en comparación con las ganancias de 319.100 millones de yenes (2.704 millones de euros) del ejercicio previo.
Debido a esta situación, a finales del mes de mayo Nissan anunció el cierre de su fábrica ubicada en la Zona Franca de Barcelona, que supondrá un recorte de cerca de 3.000 puestos de trabajo directos y se prevé a partir de diciembre de 2020, aunque la semana pasada Nissan planteó a sus trabajadores una extensión hasta junio de 2021.
«Hemos considerado varias medidas para la planta de Barcelona y, aunque es una decisión difícil, tenemos la intención de cerrar la planta y empezaremos las negociaciones y preparaciones», señaló el consejero delegado de la multinacional japonesa, Makoto Uchida, en el momento del anuncio.