Año de transición. Así se ha considerado 2019 en Cerealto Siro Foods tras la integración de ambas marcas. El resultado económico se desinfló, pasando de los 600 millones de euros de facturación de 2018, a los 577 millones. Sin embargo, en el plano de la sostenibilidad, no ha habido tal transición.
“Nuestro modelo consiste en revalorizar y otorgar una segunda vida a nuestro subproducto, lo que nos permite minimizar el impacto ambiental y generar un retorno económico, a la vez que contribuimos a un menor desperdicio alimentario”, destaca Juan Manuel González Serna, presidente de Cerealto Siro Foods en la Memoria Anual.
Son 16 las fábricas que Cerealto Siro Foods tiene. De ellas, 12 en España, y una en Portugal, Italia, Reino Unido y México. De todas ellas, las de España y Portugal han sido avaladas por entidad externa independiente como “residuos cero”. Es decir, el 80%.
“Los subproductos generados en nuestras plantas son convertidos en comida para los animales, energía para nuestras propias plantas a partir de nuestra planta de biogás o en fertilizante orgánico de alto valor para nuestros laboratorios agronómicos”, especifica el presidente. En concreto, generaron 36.000 toneladas de pienso animal.
CEREALTO SIRO Y LA ECONOMÍA CIRCULAR
Además de las toneladas de pienso animal anteriormente citadas, Cerealto Siro Foods en su planta de biogás operada por su partner Tuero genera el gas natural necesario para sus procesos productivos (400 metros cúbicos de gas a la hora). Y lo hace a partir de residuos procedentes de lodos de depuradora, residuos orgánicos o masas en mal estado. También general otro subproducto, llamado digestato, y que se emplea como fertilizante orgánico de alto Valor (28.000 toneladas al año).
Otro de los aspectos de Economía Circular que definen a Cerealto Siro Foods tiene que ver con la reducción en la generación de envases y embalajes. En ese compromiso en la reducción de la huella ecológica de sus operaciones se incluyen envases compostables y plastic free para pasta; films monomateriales en galletas y barritas (intentan que en los nuevos lanzamientos sean 100% reciclables); y la eliminación o sustitución de packaging secundario de plástico, entre otras acciones.
Sus emisiones durante 2019 ascendieron a 50.521 toneladas de dióxido de carbono. Esa cantidad supone un notable descenso respecto al año anterior. Entonces, la cantidad fue de 69.347 toneladas. Fruto de su trabajo, su compromiso de reducir las emisiones entre un 15-20% en 2030 fue cumplimentado dos años atrás.
Entre los planes de Cerealto Siro Foods de cara al futuro, está la disminución del 15-20% del consumo de agua de cara a 2030, el proyecto denominado como ‘Fábrica sin papeles’, y el avance en el uso de energía renovable. En este último punto, el logro ya se ha conseguido en España, no así en los otros países en los que está presente.