jueves, 12 diciembre 2024

Vivienda rural: de oasis de tiempo libre a centro donde vivir y trabajar

Las preferencias ya no son las que eran. El episodio de confinamiento vivido durante los últimos meses ha hecho que muchas personas piensen en cambiar de vivienda. Según Tecnocasa, los nuevos compradores buscan ahora viviendas con terraza o balcón. “Eso sí, siempre en el barrio donde ya residen”. No es la única tendencia. “También hay interés por una segunda residencia donde trabajar a distancia o pasar el tiempo libre”, añaden desde el Instituto de Valoraciones.

De ahí que se esté produciendo un aumento en la demanda de viviendas unifamiliares con espacios exteriores y privados, un incremento del interés por estancias amplias, o la búsqueda de entornos naturales a las afueras de las grandes ciudades.

Hasta ahora, las casas en la montaña o en el campo eran oasis de paz y tranquilidad para pasar el fin de semana o las vacaciones. Espacios exteriores e independientes, y la tranquilidad de los entornos, eran (y son) panales de rica miel a los que acudir. Sobre todo, si teletrabajar es posible.

La vivienda rural se vislumbra no sólo como otro modo de vivir sino también como una inversión rentable

“Para impulsar realmente la repoblación rural se deben primer tomar en cuenta medidas que favorezcan el acceso de los habitantes de estas zonas a servicios básicos de calidad como internet o centros educativos y sanitarios”, advierten desde Instituto de Valoraciones.

VIVIENDA ADAPTADA

Que el interés se esté acrecentando, contribuye también el hecho de que el precio de la vivienda esté bajando. Tanto nueva como usada. Así, en el primer semestre de 2020, el precio de la vivienda usada descendió un 4,94% según Tecnocasa. Madrid y Barcelona tienen los descensos más importantes (-4,46% y -7,21%, respectivamente).

Muchas de estas segundas viviendas se sitúan en entornos rurales. Muchos son los pueblos que cuelgan en sus casas el cartel de ‘se vende’. Viviendas que pueden alojar terrazas, jardines, piscinas e incluso estancias extra que se pueden utilizar como despachos. “Por lo referente a su precio, en algunas ciudades como Ciudad Real o Teruel, su valor de mercado medio se sitúa por debajo de las grandes urbes como Madrid y Barcelona”, apuntan desde Instituto de Valoraciones.

Así, el precio medio de mercado en el segundo trimestre de 2020 ha sido de 1.007 euros el metro cuadrado en Ciudad Real. En Teruel, 1.030 euros. En Madrid y Barcelona, en ambas ciudades, dicho precio está por encima de los 3.000 euros el metro cuadrado, según Smarta. Ciudad Real, por ejemplo, está conectada por AVE con Madrid.

BIENESTAR FÍSICO Y MENTAL

Las prioridades de quienes buscan este tipo de viviendas son tranquilidad, sostenibilidad y bienestar. Tanto físico como mental. También han aprendido a valor el tiempo libre en casa o el ahorro de tiempo y estrés que conlleva no tener que coger atascos o transporte público de camino al trabajo.

“Por otro lado, se prioriza también el respeto por el medio ambiente y las prácticas sostenibles, lo cual en las zonas rurales resulta mucho más fácil”, señalan desde Instituto de Valoraciones. Y añaden: “Se impulsa la producción y el consumo local o el cuidado de la naturaleza que rodea estas áreas”.

Pero no sólo para uso y disfrute se puede tener en mente adquirir una vivienda en espacios rurales. El turismo nacional parece haber dado un giro y ha puesto en el radar pasar sus vacaciones en alojamiento rurales. De ahí que puede ser un buen momento para sacar rendimiento a los ahorros invirtiendo en este tipo de viviendas.

“Sería lógico pensar que, si se presentase un aumento real de interés por las zonas rurales como destinos para vivir o para invertir en segundas residencias, este parque de viviendas podría aumentar”, pronostican desde Instituto de Valoraciones. Y concluyen: “Lo que también incidiría positivamente en la oferta de servicios en zonas adyacentes”. Una gran oportunidad para la España Vaciada.


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