Hasta un 50% llega a ahorrarse Aena en la licitación de contratos públicos mediante procedimientos en los que los proveedores literalmente “tiran los precios”. Algo que en un principio podría ser beneficioso para la empresa pública en términos de ahorro. Pero que realmente se traduce en 248 contratos desiertos, pérdida de calidad de los servicios y trabajadores en pie de guerra en muchos aeropuertos.
Del precio que Aena estima que cuesta una obra, servicio, suministro o asistencia para la empresa pública resulta que los proveedores licitan por una cantidad menor. Es lo que se conoce como bajas temerarias. Afecta a la gran mayoría de empresas públicas. Pero el caso de Aena es “paradigmático”, como explica a Merca2 Fernando Navarro, portavoz de Fomento del grupo parlamentario Ciudadanos. El partido de Albert Rivera ha llevado el caso hasta el Congreso.
Y el resultado de sus consultas es un total de 1.153 obras, suministros, asistencias o servicios fueron adjudicados con más del 30% de disminución del coste, 631 con más del 40% y 304 con más del 50%. Todos ellos se corresponden con contratos realizados por Aena de más de 300.000 euros entre 2012 y 2017, según el Gobierno. En total, se trata de 2.088 de más de 300.000 euros con bajas superiores al 30%.
Entre 2012 y 2017, Aena licitó 2.088 contratos de más de 300.000 euros con rebajas superiores del 30%
En el caso de Enaire –matriz de Aena– se licitaron 987 expedientes, de los cuales, el 21% (208) se hicieron por más de 300.000 euros. De estos, 40 contratos se adjudicaron con bajas de más del 30%, 22 con bajas de más del 40% y 8 con bajas de más del 50%.
Desde Ciudadanos denuncian que estas reducciones del coste perjudican la calidad de los servicios prestados a los pasajeros. E incluso podría poner en riesgo intereses públicos, como se ha puesto de manifiesto en los múltiples conflictos laborales que han aflorado en estas compañías, y en sus subcontratas en los últimos meses.
Así, Navarro pone como ejemplo una empresa de servicios que “tira los precios” para llevarse un contrato, por lo que se ve tentada a aumentar la carga de trabajo en sus trabajadores o a bajar sueldos. Situaciones que se han visto con las huelgas de los trabajadores de limpieza en el aeródromo de Ibiza. O este verano con los paros de los vigilantes de seguridad en El Prat. «La punta del iceberg» de este problema, según fuentes del sindicato CSIF.
Por su parte, Aena remite a Merca2 a las palabras del Gobierno. “La facultad de dirección, organización y control de los trabajadores, corresponde exclusivamente a las empresas adjudicatarias de los servicios”.
Pero ahora la Ley de Contratos con el Sector Público, aprobada por el Congreso de los Diputados recientemente, podría poner fin a esta práctica y dotar de mayor transparencia las condiciones de adjudicación. Desde Ciudadanos han insistido en que la oferta económica no sea el único criterio de selección.
Además, denuncian que muchas de estas licitaciones se llevan a cabo introduciendo modificados, como obras complementarias. “Una situación que desvirtúa las cantidades del contrato”, critican. Algo que llega a poner en entredicho la forma en la que se establecen los pliegos y condiciones.
248 contratos desiertos en Aena
Otra de las cuestiones más curiosas en los contratos públicos de Aena son los que quedan desiertos. Entre 2012 y 2017, el número de expedientes de más de 300.000 euros que quedaron desiertos fue de 240. Y el de los que fueron anulados alcanzó los 948. Algo que, en opinión de Navarro, “no es un buen síntoma”.
Desde el sindicato CSIF denuncian que en algunos casos las empresas se quedan con concesiones a la baja y meses después «no pueden hacer frente al proyecto». Algo que se traduce en suspensión de pagos y en baja calidad de los servicios.
Así, los contratos desiertos “son indicios de que en contratación no se están haciendo bien las cosas”. Por ello, la aportación de Ciudadanos a la Ley de Contratos con el Sector Público es la creación de una autoridad independiente que supervise y controle los contratos. “Se está desarrollando conjuntamente con el Gobierno que está dispuesto a ponerla en marcha”, explica Navarro. Y eso que con la situación actual, Aena sale ganando económicamente y, por tanto, el Gobierno también.
En definitiva, se pretende dotar de mayor transparencia a Aena y su contratación pública. Y más teniendo en cuenta que a 30 de septiembre de 2017, Aena ha adjudicado 6.569 contratos por un valor que supera los 713,9 millones de euros. Y se ha llegado a gastar 760.000 euros para contratar personal shoppers en el aeropuerto de Málaga. Gastos superfluos.