El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha expresado su confianza y su deseo de que los líderes europeos alcancen «rápidamente» un acuerdo en el Consejo Europeo sobre el fondo de recuperación de la UE, y se ha mostrado convencido de que habrá importantes progresos que permitirán forjar un consenso al respecto antes del final de julio.
«Espero no confundir mis deseos con la realidad y que haya un acuerdo relativamente rápido, no sé si va a ser este fin de semana, pero seguramente, si no es este fin de semana, que sería lo mejor, estoy convencido de que va ha haber importantes progresos y espero que antes de final de julio sí haya un acuerdo», ha afirmado Guindos en el acto de presentación del libro del senador Fernando Martínez-Maillo organizado por Servimedia en el que también participó el presidente del Partido Popular, Pablo Casado.
En este sentido, el vicepresidente del BCE ha subrayado que un acuerdo a nivel europeo sería positivo, no solo por el contenido o la cuantía del fondo de recuperación en sí o por la distribución del mismo, sino por la señal política que se enviaría por parte de los gobiernos más allá de la actuación en distintos frentes que pueda llevar a cabo el banco central con su política monetaria, que se ha visto sobrecargada en ocasiones.
«Esperemos que lo que salga de este Consejo Europeo sea un fondo de recuperación que en ultima instancia pueda ser un embrión de lo que sería un instrumento de política fiscal que complementara a la política monetaria y que hubiera así un ‘policy mix’, una combinación de política fiscal y de política monetaria», ha apuntado el banquero español.
«Su concreción sería el fondo de recuperación», ha señalado Guindos, destacando que en la propuesta del fondo de recuperación no hay eurobonos, pero sí se contempla por primera vez una emisión conjunta de deuda, «lo que se podría considerar un embrión, un primer paso hacia lo que sería después una política fiscal más integrada, un Tesoro único y la posibilidad de la emisión de eurobonos».
De este modo, el vicepresidente del BCE se suma al llamamiento de la presidenta de la institución, Christine Lagarde, quien en rueda de prensa apremiaba ayer a los gobiernos a llegar a un acuerdo «rápido y ambicioso» sobre el fondo de recuperación.
UN SEGUNDO TRIMESTRE MENOS MALO
Por otro lado, el exministro español de Economía ha vuelto a incidir en que los indicadores de alta frecuencia sugieren «datos más positivos o menos negativos de lo que se esperaba hace unas semanas», lo que apunta a que la contracción del PIB de la zona euro en el segundo trimestre habría sido algo inferior a la caída del 13% prevista por el BCE.
«Podemos ser menos negativos de cara al segundo trimestre, pero los niveles de incertidumbre para el tercer y cuarto trimestre siguen siendo enormes», ha indicado.
No obstante, el banquero central ha subrayado que, por ahora, lo único estrictamente cierto es que la evolución en los próximos meses va a depender de la evolución de la pandemia y de si se encuentra una solución, mientras que se mantienen muchísimas dudas sobre la evolución del consumo y de la inversión en la zona euro.
En este sentido, Guindos ha reconocido que el consumo puede verse afectado de alguna forma en la zona euro por las expectativas de evolución del mercado de trabajo, donde el impacto hasta ahora ha sido menos intenso que la caída de la producción gracias al efecto de «los ERTE europeos».
REVISIÓN ESTRATÉGICA
Asimismo, el vicepresidente del BCE ha indicado que la entidad tiene previsto comenzar el próximo mes de septiembre el proceso de revisión estratégica, que fue pospuesto la pasada primavera por la pandemia de coronavirus y que se prevé que pueda llevarse a cabo durante un periodo de un año.
«Íbamos a empezarlo en abril, pero como consecuencia de la pandemia se retrasó y lo empezaremos en septiembre, va a durar aproximadamente un año», ha indicado Guindos.
En este sentido, el vicepresidente del BCE ha explicado que en el proceso la entidad va a tratar sobre tres cosas fundamentales, como el mandato primario de la institución, los instrumentos de política monetaria y otros objetivos secundarios como la estabilidad financiera, cómo afecta el tema del cambio climático o el impacto de la pandemia en las variables económicas.
«No nos podemos evadir en la revisión estratégica de la pandemia y será un elemento a tener en consideración entre los factores secundarios», ha apuntado.