Una de las claves para alcanzar el éxito a la hora de emprender es conocer muy bien el entorno que nos rodea. Esto nos ayudará a detectar posibles necesidades no cubiertas de las que podrían salir buenas ideas de negocio, pero también sirve para saber qué está haciendo la competencia e idear cómo lo podríamos mejorar nosotros.
Uno de los rasgos que identifican al emprendedor es que es una persona de naturaleza curiosa, siempre atenta a lo que ocurre a su alrededor. Y esto resulta ser toda una ventaja a la hora de poner en marcha un negocio, porque cuanto mejor se conozca el mercado mayores son las posibilidades de conseguir los objetivos buscados.
La importancia de analizar el entorno al emprender
Una de las primeras tareas que hay que abordar a la hora de emprender es elaborar un plan de negocio o un plan de empresa. Muchos emprendedores ven la elaboración de este documento como una obligación, porque es algo que les va a pedir el banco para decidir si les da o no financiación y que también habrá que presentar en caso de querer pedir una subvención pública.
Lo que hacemos cuando elaboramos un plan de negocio es analizar con detalle nuestra idea de negocio y el encaje de la misma en la situación actual del mercado. Es decir, que este documento nos puede ser de gran ayuda para tener claro si lo que queremos hacer es o no viable. Y, como es lógico, esto implica hacer un detallado análisis del entorno.
Por tanto, como emprendedor nunca deberías ver la elaboración de un plan de negocio como una obligación, sino que deberías percibir este documento como una útil herramienta que será el primer paso para que tu idea acabe siendo un éxito.
Analizar el entorno genérico a la hora de emprender
El primer paso para analizar el entorno y obtener información valiosa para tu plan de negocio es centrarte en el entorno general que te rodea. Esto implica que te centres en factores como la situación económica y política actual del país, la normativa jurídica que afectaría a tu posible negocio, la estructura demográfica, factores tecnológicos, sociológicos e incluso medioambientales.
Se trata de ver cómo estos factores y la posible evolución de los mismos podrían influir en el hipotético negocio a emprender.
Análisis del entorno específico
Una vez que te has hecho una idea sobre el entorno general es hora de centrarte en el entorno específico que afectaría a tu negocio.
Para empezar evalúa si hay productos o servicios que pueden ser sustitutivos de los tuyos y que, por tanto, podrían suponer una amenaza. Si hay muchos productos sustitutivos la rentabilidad de tu negocio se verá afectada. Además, la amenaza será todavía mayor si esos productos o servicios que sustituyen al tuyo se comercializan a un precio notablemente más bajo.
Después es momento de pasar a analizar a la competencia. Está bien conocer a las empresas o profesionales que ahora mismo operan en tu sector, pero hay que ir un paso más allá. Lo que buscamos al hacer un análisis en profundidad del entorno es evaluar la posibilidad de que en el futuro entren en el sector empresas que puedan posicionarse como una competencia fuerte.
Como ocurría con los productos o servicios sustitutivos, si la amenaza de que llegue más competencia es elevada, esto implica que con el tiempo habrá un descenso en la rentabilidad del negocio.
Para saber si en el futuro habrá más competidores puedes analizar factores como la reacción de las empresas del sector cada vez que llega una nueva empresa competidora y la existencia de barreras de entrada como las economías de escala, barreras legales o de marcas que cuenten con una alta fidelidad por parte de su clientela.
Por supuesto, si vas a emprender no solo debes hacer hipótesis con respecto al futuro, sino prestar mucha atención a lo que ocurre en el mercado ahora. Evalúa detenidamente a la competencia que ya existe. Cuanto mejor conozcas a tus competidores más fácil te resultará detectar sus debilidades y eso te ayudará a tomar medidas que te ayuden a destacar.
Los proveedores juegan un papel fundamental en el éxito o el fracaso de los negocios. Antes de entrar en un determinado mercado examina el tipo de proveedores que operan en él e intenta descubrir cuáles son los mejores para trabajar con ellos.
Ademas de a cuestiones como sus precios o su sistema de logística, presta especial atención a su poder de negociación. Un proveedor con un poder de negociación demasiado alto puede suponer un riesgo para tu negocio y su rentabilidad. Hay que procurar que haya un equilibrio de fuerzas entre el proveedor y el cliente, que en este caso eres tú.
Por últimos nos centramos en los clientes. Tanto si vendes productos como si prestas servicios es fundamental que conozcas bien el perfil de tu cliente potencial. Al igual que ocurría con los proveedores, también debes examinar el poder de negociación de los clientes, puesto que hay sectores en los que este es muy fuerte, y cuanto más poder de negociación tiene el consumidor mayor es su capacidad para influir en el mercado y en aspectos tan importantes como los precios o la calidad.
El análisis DAFO y la toma de decisiones estratégicas al emprender
Al analizar todos estos factores que hemos visto lo que estás haciendo en realidad es un análisis DAFO, puesto que toda la información recopilada te ayudará a detectar amenazas y oportunidades en tu entorno y fortalezas y debilidades en tu idea de negocio.
Si haces un correcto análisis de la misma lo tendrás mucho más fácil para tomar decisiones estratégicas que puedan ayudarte a que tu negocio sea un éxito desde el primer día, por complicado que sea el sector y el entorno en el que te muevas.
Por tanto, dedicar tiempo a hacer un análisis en detalle del entorno nunca es una pérdida de tiempo, sino una inversión a la que le puedes llegar a sacar mucho rendimiento si sabes jugar bien tus cartas.