El informe anual sobre la evolución del sector fotovotaico en 2019 elaborado por Unef deja excelentes cifras de crecimiento en todos los segmentos pero corresponden al período prepandemia, por lo que su capacidad para definir perspectivas o previsiones de cara a 2020 queda limitada en relación a ediciones anteriores. El documento, antes guía del sector, deja pocas pistas de cara al futuro, aunque si apunta tendencias de cambio, precisamente derivadas de la propia crisis desatada. Una de las más llamativas es el “importante brote” del autoconsumo doméstico que se percibe desde la patronal fotovoltaica, según su director general José Donoso.
Más allá del “espectacular crecimiento conseguido en 2019” que “posiciona al sector fotovoltaico como un motor de la recuperación económica”, Unef se aventura a anticipar un crecimiento del autoconsumo en el ámbito residencial este año. Los motivos del mayor interés por este tipo de instalaciones los encuentra Donoso en “el aumento de las bonificaciones fiscales por parte de las administraciones locales y regionales, en un perfil de usuario que ha tenido la oportunidad de ahorrar durante este período de confinamiento”, en el que, necesariamente se ha producido una contención del gasto, y “en la disponibilidad de tiempo para informarse” sobre cuestiones que afectan al consumo de los hogares.
En este sentido, desde Unef pronostican un crecimiento en el número de proyectos, aunque no tanto así de megavatios (MW), al tratarse de autoconsumo doméstico. “El pulso del sector, tanto en ámbito de autoconsumo como en el de grandes plantas, nos lo dan nuestras empresas asociadas”, explican desde Unef, que representa a más de 430 empresas -más del 85% de la actividad del sector-, que “son las que han detectado este creciente interés por el autoconsumo en el sector residencial en esta fase poscovid”.
Desde la patronal fotovoltaica recuerdan que muchas empresas, sobre todo aquellas que tiene un musculo financiero importante, han presentado soluciones innovadoras para ofrecer la instalación de autoconsumo “sin inversión inicial”: por ejemplo Otovo, que ofrece paneles en alquiler o SotySolar que oferta una ‘suscripción’ al autoconsumo, sin entrada, ni permanencia ni penalización por cancelación, en definitiva, un modelo de suscripción “tipo Netflix”, como describe la propia marca.
En España ya se están dando a conocer los primeros casos de “comunidades energéticas”, donde los vecinos comparten energía producida por una misma instalación: ‘Barrio Solar’ en Zaragoza y el caso de Cádiz donde se están desarrollando varios proyectos de autoconsumo colectivo en comunidades de propietarios, de la mano de la empresa municipal Eléctrica de Cádiz.
Una de las ideas que saldrá muy fortalecida de estas crisis, y que está muy vinculada al concepto del autoconsumo, es la de “autosuficiencia”, algo que “puede ser a nivel energético positivo”, porque “es muy importante que la energía no se vea solo como una cuestión de ahorro y competitividad si no de proteger el mercado” y esto “ayudará a las empresas a ser más competitivas”. El vaticinio lo hacía José Benjumea, CEO de Powen en los momentos más críticos del confinamiento y el cierre de la economía y, en cuanto al futuro, insistía: “los activos están, generan electricidad y son sólidos, no me preocuparía demasiado”.
AYUDAS AL AUTOCONSUMO DOMÉSTICO
Tal y como recoge un informe de Fundación Renovables y Otovo, España cuenta con una demografía predominantemente urbana, en concreto el 80% de la población vive en las urbes, lo que las convierte en sumideros energéticos y en focos de contaminación. Esto, sumado a la crisis medioambiental a la que nos enfrentamos en la actualidad, hace del autoconsumo fotovoltaico una de las mejores soluciones para el abastecimiento energético en las ciudades, ya que no genera emisiones y, además, la energía producida se consume en el mismo lugar.
De cara al usuario las ventajas fiscales también pueden resultar atractivas y decisivas a la hora de convertirse en un auténtico actor de la transición energética y abandonar su rol de mero pagador de facturas eléctricas.
En el ámbito regional, y con el fin de impulsar el autoconsumo fotovoltaico en viviendas particulares, comunidades de vecinos, administraciones públicas y empresas, se ofrecen diferentes subvenciones para financiar proyectos energéticos renovables. Dichas ayudas destinadas a la instalación de placas solares dependen de cada comunidad autónoma y ofrecen diferentes bonificaciones.
Andalucía, Baleares, Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cataluña y La Rioja tienen en vigencia diferentes subvenciones y procedimientos para la implantación de placas solares que varían en cada caso. Por ejemplo, Castilla-La Mancha ha anunciado hace unos días un presupuesto de 900.000 euros las ayudas al autoconsumo de energía para hogares.
En el caso castellanomanchego la inversión que habrá de abordar el particular para optar a estas ayudas debe superar los 3.000 euros. Además, los beneficiarios están obligados a mantener durante un periodo mínimo de tres años la instalación «y, en cualquier caso -informa el Gobierno regional-, los costes de mano de obra o ejecución de la obra civil serán subvencionables hasta el 30 por ciento de la inversión, con un límite de 6.000 euros.
En el ámbito de la Administración local, una de las medidas que suelen tomar los ayuntamientos para favorecer el autoconsumo es la oferta de bonificaciones fiscales sobre el IBI y el ICIO para los sujetos que implementen sistemas de aprovechamiento solar.
El ayuntamiento puede decidir ofrecer bonificaciones para el autoconsumo con un límite del 50%, pero sin límite temporal estipulado.
El ICIO es de carácter local, se paga en el momento de pedir una licencia de obra de forma única y su tipo impositivo suele rondar el 4%, aunque es variable dependiendo del ayuntamiento y se aplica sobre el coste ejecutivo de la instalación. Los ayuntamientos pueden decidir ofrecer una bonificación sobre este impuesto que puede alcanzar hasta el 95%.
El número de municipios con bonificaciones sobre el IBI es de 312, lo que representa un 41% del total de los 753 municipios estudiados, lo que supone un 60% de la población analizada. Esto quiere decir que el 59% de los municipios más poblados de España (40% de la población estudiada) no ofrece bonificación sobre el IBI, independientemente de que la ofrezca o no sobre el ICIO. Además, algunos de los consistorios que ofrecen esta bonificación sobre el IBI presentan condiciones tan restrictivas para su aplicación que, en algunos casos, las hacen imposibles.
Desde la Fundación Renovables, se hace un llamamiento a los 441 ayuntamientos españoles que no ofrecen bonificación sobre el IBI para que modifiquen sus ordenanzas fiscales.
IMPACTO DEL COVID-19 Y MEDIDAS PALIATIVAS
Respecto al autoconsumo, Unef recuerda que es necesario reformar el diseño de la factura eléctrica reduciendo el peso del término fijo, para que los consumidores puedan ver reflejados en su factura los ahorros que supone el autoconsumo; simplificar, homogeneizar y digitalizar las tramitaciones administrativas a nivel autonómico, eliminando el requisito de la licencia de obras y sustituyéndolo por una comunicación previa, y reformar la Ley de propiedad horizontal para facilitar la realización de instalaciones de autoconsumo colectivo.
EL MEJOR AÑO PARA LA FOTOVOLTAICA
El informe anual de Unef pone en valor la ventaja competitiva de España respecto a otros mercados europeos, con dos factores únicos: “la abundancia de recurso solar y la extensión territorial que permite una economía de escala”. El estudio refleja, además, que el 2019 fue “el mejor año de la historia para la energía fotovoltaica en España, que se situó como mercado líder a nivel europeo y el sexto a nivel mundial”.
El año pasado el sector fotovoltaico tuvo una contribución directa al PIB español de un 0.26% (3.220 M€) y el impacto económico de las exportaciones alcanzó los 3.540 M€, un 54% más que en 2018. El sector dio trabajo a un total de 58.699 trabajadores nacionales, entre empleo directo, indirecto e inducido.
Gracias al alto grado de competitividad en el precio de la energía obtenida, el sector fotovoltaico puede dotar a la industria española de una ventaja en el precio de la electricidad con respecto a sus competidores.
En este sentido, el sector pide consenso político para aprobar con agilidad el proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que debería permitir trasponer al ordenamiento jurídico español los aspectos pendientes de la Directiva Europea de Energías Renovables en ámbito de seguridad jurídica y autoconsumo.