jueves, 12 diciembre 2024

Asepeyo cierra 2019 con unas pérdidas de 12 M€, pero eleva un 9,4% sus ingresos

Asepeyo ha cerrado el ejercicio 2019 con un resultado consolidado negativo de 12 millones de euros, frente a los 73,3 millones de beneficio del año anterior, según ha informado la mutua este martes tras la junta ordinaria celebrada de forma telemática.

En rueda de prensa, el director gerente de Asepeyo, Alejandro Iñareta, ha explicado que este resultado se debe al desequilibrio entre las contingencias profesionales, que han registrado un resultado de 266 millones de euros, un 34% más, y las comunes, con unas pérdidas de 286 millones.

«Esto hace un diferencial negativo de 20 millones, pero tenemos el cese de actividad de autónomos, que es una prestación menor en cuanto a volumen, pero que ha tenido un resultado positivo de ocho millones. Los 20 menos estos ocho hace que el resultado consolidado sean estos 12 millones negativos», ha explicado Iñareta.

La mutua ha registrado unos ingresos totales de 2.509,8 millones de euros, un 9,4% más que en 2018, de los cuales 1.351 corresponden a cotizaciones de contingencias profesionales, con un aumento del 16,8%, 685 millones en contingencias comunes y 39 millones del cese de actividad de los autónomos.

Ha destacado el incremento del número de trabajadores protegidos en accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, 2.731.523, que han aumentado un 19%, así como también el número de empresas asociadas, que se sitúan en un total de 282.842.

En enfermedad común –aquellas que padecen los trabajadores pero que no están provocadas por su actividad profesional–, el aumento ha sido del 5% y se ha llegado a la cifra total de 2.365.094 trabajadores protegidos.

Asepeyo ha realizado durante 2019 actividades de prevención en 5.850 empresas asociadas, con un total de 851.176 trabajadores, mientras que a través del sistema de incentivos para la prevención y reducción de la siniestralidad laboral, Bonus, se han tramitado 14.455 solicitudes, por un importe de 27,2 millones de euros.

La mutua ha invertido en 2019 más de 11 millones de euros en centros asistenciales y hospitales, con 7,5 millones en centros asistenciales y oficinas, y 3,9 millones en hospitales, que se encuentran en Barcelona, Madrid y Sevilla.

INYECCIÓN ANTE LA PANDEMIA

Iñareta ha explicado que queda pendiente que el Gobierno indique de qué forma les van a dar la inyección de tesorería que necesitan para hacer frente a las prestaciones extraordinarias realizadas durante la pandemia de coronavirus, que están al margen de la prestaciones ordinarias que asume la mutua.

Según las previsiones de la mutua, en el caso de la prestación excepcional de los autónomos, el importe que barajan hasta el 30 de septiembre de este ejercicio es de aproximadamente de unos 695 millones de euros: «Básicamente es por el cese de actividad o la bajada de facturación».

En cuanto a las bajas por coronavirus, de trabajadores contagiados o que han estado en cuarentena preventiva –están asimiladas a contingencia profesional–, estiman un importe a 30 de septiembre de unos 156 millones de euros.

«Estas bajas de contingencia común, desde un punto de vista de prestación, están asimiladas a contingencia profesional. Esto significa que, a partir del primer día, la mutua ya se hace cargo del coste, cosa que en comparación con una baja común, la mutua se hace cargo a partir del día 16», ha añadido.

FINANCIACIÓN FLEXIBLE

Iñareta ha explicado que de las 19 mutuas laborales que operan en España, todas dan resultados negativos en el consolidado, y ha sostenido que esto evidencia que hay un problema de financiación por parte del Ministerio de Sanidad.

«Lo que se reivindica desde la propia asociación de mutuas es una financiación flexible en los momentos de expansión económica que se revise al alza, y en los momentos de contracción económica que se ajuste a la baja», ha señalado.

Ha sostenido que arrastran las dificultades de financiación de los últimos años mientras que el crecimiento de las bajas de contingencia común han incrementado año tras año «de forma exponencial».

«Si no hay una buena financiación en contingencia común, tarde o temprano acabará afectando a la solvencia de las mutuas porque este déficit en contingencia común se equilibra con las reservas de contingencia profesional», ha añadido.


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