La compañía cervecera danesa Carlsberg anticipa una caída del 8,9% de su beneficio operativo en el primer semestre del año, así como un retroceso del 11,6% de los ingresos orgánicos, como consecuencia del impacto adverso del coronavirus en su actividad, aunque ha destacado el fuerte rebote en China y la mejoría observada en Europa Occidental en las últimas semanas de junio ante el levantamiento de restricciones.
En el segundo trimestre, la compañía danesa, que presentará sus cuentas el próximo 13 de agosto, calcula que sus ventas disminuyeron un 14,6% en términos orgánicos, mientras que los volúmenes comercializados cayeron un 7,8%.
«La región de Europa Occidental tuvo un comienzo de segundo trimestre muy difícil, pero vimos una mejora del desempeño hacia el final del trimestre debido a la reapertura gradual del canal comercial y la consecuente renovación de stocks en muchos mercados, así como por el buen tiempo del mes de junio», destacó la compañía.
CHINA REBOTA
Por su parte, en Asia el negocio en China «rebotó con fuerza» en el segundo trimestre y los beneficios mejoraron significativamente debido a la reducción de los costes y a que se aplazaron muchas acciones de marketing al segundo semestre, mientras que en otros países del continente las ventas se vieron lastradas por los confinamientos, especialmente en India y Nepal.
El pasado mes de abril, Carlsberg suspendió sus previsiones anuales debido al aumento de la incertidumbre sobre el impacto de la pandemia de coronavirus en su negocio. Aunque se están levantando las restricciones en numerosos países, la compañía sigue considerando que la evolución de sus ventas durante los próximos meses está sujeta a una elevada volatilidad por lo que ha decidido mantener en suspenso sus previsiones para 2020.