La facultad de la vista es capaz de sorprendernos en numerosas ocasiones con una gran cantidad de extraños fenómenos. La mayor parte de estos son normales, pero sería necesario saber diferenciarlos de los que no lo son. Y es que son muchas las personas que consideran que necesitan gafas debido a estas situaciones que se producen en nuestro desconocimiento.
Y es que la visión es muy compleja, pues a pesar de que el ojo es muy pequeño, es el órgano más importante de los sentidos, además de ser el que más utilizamos. Para poder experimentar una ilusión, es suficiente con mirar fijamente una imagen que tenga una mancha rectangular hecha con puntos sólidos, rodeada a su vez de puntos iguales, pero borrosos. Este es solo un ejemplo de un extraño fenómeno de la visión, y si hay algo cierto, es que tarde o temprano todos experimentamos alguno. Y es normal, puesto que los tejidos del globo ocular experimentan cambios fisiológicos con el paso del tiempo. Es por ello que pueden manifestarse síntomas banales, pero prevalentes. Sigue leyendo para descubrir estos fallos de la vista, por los cuales no necesitas gafas.
1La aparición de moscas volantes no significa que necesites gafas
En ocasiones, algunas personas pueden ver cómo aparece ante su vista pequeñas manchas, las cuales pueden tener forma de filamentos. Estas desfilan por el campo de visión desplazándose de izquierda a derecha o de arriba abajo, siguiendo el movimiento de los ojos. Cuando esto sucede, puede que te acompañen por el fin de tus días, y reciben el nombre de miodesopsias. Se trata de unos microscópicos grumos que se forman en esa especie de clara de huevo que rellena el ojos.
Por regla general, es más habitual que le suceda a las personas miopes, pero esto no quiere decir que vayas a necesitar gafas. Según el oftalmólogo Javier Elizalde: «Típicamente se asocian a una licuefacción fisiológica del humor vítreo (gelatina que rellena el ojo por dentro) y al cambio estructural del colágeno que contiene, que se aglutina formando condensaciones que hacen sombra sobre la retina«. Según cuenta la única solución es acostumbrarse a ello, aunque podría aumentar con el paso del tiempo. Puede llegar a un punto en el que dificulte la visión, en cuyo caso se podría recurrir a la cirugía intraocular para eliminar estas opacidades.