El precio medio de la vivienda en alquiler registró un incremento del 4,98% en el primer semestre, según el informe semestral de precios de alquiler elaborado por pisos.com.
La vivienda en alquiler en España tuvo en el sexto mes del año una superficie media de 114 metros cuadrados y una renta media mensual de 990 euros. Esta cifra es un 0,2% menor que la registrada en mayo y también está un 1,17% por debajo de la registrada en el primer trimestre.
Por regiones, las que registraron los precios más elevados fueron Madrid (1.772 euros), Baleares (1.425 euros) y Cataluña (1.273 euros), mientras que las rentas más baratas se registraron en Extremadura (464 euros), Castilla-La Mancha (570 euros) y Galicia (605 euros).
El incremento más acusado respecto al mismo periodo del año anterior se registró en Cantabria (+7,02%), mientras que el mayor ajuste se produjo en Canarias (-8,28%).
INCÓGNITAS
El director de estudios de pisos.com, Ferran Font, ha señalado que las mensualidades de alquiler siguen subiendo, «pero de una forma mucho menos acusada». «Esta tendencia, de la que ya fuimos conscientes a principios de año, se ha reforzado debido a la crisis sanitaria», ha apuntado.
Para Font, la evolución de este indicador está rodeada de «incógnitas», dado que es posible que las dificultades económicas por las que atraviesa la demanda a raíz de la pandemia retrasen las decisiones de compra y aumenten el número de inquilinos hasta que la situación laboral retome la normalidad.
Por otro lado, ve la aprobación del sistema estatal de índices de referencia del precio del alquiler, que ha visto la luz recientemente, como un factor de «incertidumbre». «Esta herramienta, cuyo desarrollo y puesta en marcha estaba incluida dentro del pacto PSOE-Unidas Podemos, nace con el objetivo de detectar aquellas zonas del país donde el mercado del alquiler está más tensionado», ha apuntado.
No obstante, ha dejado claro que la llegada de un índice oficial y público de precios de alquiler es «una buena noticia, siempre y cuando se utilice estrictamente como fuente de información, no como excusa para controlar los precios, algo que ha demostrado su inefectividad fuera de nuestras fronteras».
