Emprender es un camino complicado que puede estar lleno de obstáculos, pero para quién logra sortearlos el hecho de tener su propio negocio es siempre un motivo de orgullo. Aunque solemos pensar que quién monta un negocio es alguien que estaba sin empleo, lo cierto es que lo de emprender por necesidad es menos habitual de lo que parece.
La mayoría de las personas que deciden poner un negocio están en activo, pero cuando existe el espíritu emprendedor puede resultar complicado resistirse a él. Por eso, es común que alguien que tiene trabajo esté con la mente puesta en su idea de emprendimiento. Pero cuidado, porque esta situación no es nada fácil.
Cuando tienes un empleo, dar el difícil paso de dejarlo y lanzarte a la aventura de emprender un negocio es todo un salto al vacío. Es normal sentir algo de miedo en estos casos, pero esperamos que los consejos que te traemos hoy te puedan ayudar.
Que el miedo no te impida emprender
En España se fomenta muy poco el espíritu emprendedor en las diferentes etapas educativas. En el fondo todos hemos sido educados para intentar buscar un trabajo que sea lo más estable posible. Por eso nos da tanto miedo la idea de meternos de lleno en un proyecto de emprendimiento y que este salga mal.
Sin embargo, son los valientes lo que hacen que todo avance. El mundo que conocemos hoy en día sería muy diferente si Henry Ford o Steve Jobs no hubieran superado la barrera del miedo y puesto en marcha sus negocios.
Esto no quiere decir que debas dejar tu trabajo y lanzarte a emprender a lo loco. Pero si lo has meditado lo suficiente y crees que tu proyecto es viable, no deberías dejar pasar una oportunidad única de hacer algo diferente.
Valora la libertad por encima de la seguridad
Puede que tengas un trabajo estupendo muy estable y con un buen salario, y eso te da mucha seguridad, pero seguro que también implica quebraderos de cabeza como estrés, problemas con el jefe, trabajo en equipo con compañeros que no te agradan, viajes que no siempre quieres hacer, problemas para coger vacaciones cuando realmente las necesitas, etc.
La seguridad que te da tu empleo también te quita libertad, cosa que no ocurre si te decides a emprender. Es cierto que tener tu propio negocio implica muchas obligaciones, pero siempre vas a tener mucha más libertad que trabajando para otro.
Cuando dudes entre si seguir en tu empresa o emprender valora la seguridad y la libertad que te ofrece cada una de las alternativas que tienes. Si crees que pesa más la seguridad, no ha llegado el momento de que des el paso de emprender, pero si valoras más tu libertad, quizá sea hora de decirle adiós a tu jefe.
La opción de emprender un negocio sin dejar el trabajo
Esta opción siempre está ahí, aunque según cómo sea tu idea de emprendimiento puede ser más o menos complicado. Por ejemplo, si quieres montar una tienda online u otro negocio digital es bastante probable que puedas compaginar tu actividad por cuenta propia con tu trabajo por cuenta ajena.
Esta es una buena forma de probar si tu idea puede tener éxito. Pero ten en cuenta que los primeros meses van a ser un poco complicados, porque será realmente como tener dos trabajos a jornada completa.
Si después de un tiempo ves que tu negocio va bien, seguramente ya no te dé tanto miedo el dejar definitivamente tu empleo para centrarte en tu idea.
Cuenta con el apoyo de tu familia para emprender
Especialmente si tienes pareja e hijos que dependan económicamente de ti, debes valorar muy bien si te puedes permitir el ver reducidos tus recursos económicos durante una temporada. Porque por muy bien que vaya tu negocio es normal que tardes un poco en recuperar la inversión y empezar a ganar dinero.
Como emprendedor vas a verte sometido a mucho estrés, y es importante que las personas que tienes al lado te apoyen. Por eso, antes de tomar una decisión drástica consulta con tu entorno más cercano. Seguramente en un principio les cueste hacerse a la idea, pero si les demuestras que tu proyecto puede ser viable, te acabarán apoyando.
No dejes tu trabajo si no tienes nada
Dejar el trabajo para emprender nunca puede ser un salto al vacío más absoluto. Lo que queremos decir con esto es que no basta con que tengas una buena idea. Debes trabajar mucho en tu proyecto antes de que sea viable que dejes tu empleo para dedicarte en cuerpo y alma a tu negocio.
Cuanto más natural y sencilla sea la transición de empleado a emprendedor, mucho mejor. No hace falta que tu negocio esté 100% operativo antes de que dejes tu trabajo, pero procura que cuando des el paso de anunciar que abandonas el empleo la idea sea ya más una realidad que un mero proyecto teórico. De modo que en poco tiempo puedas estar trabajando de nuevo, pero esta vez en tu propio negocio.
Ten claro por qué dejas tu trabajo para emprender
Por último, si hay algo que te ayudará a dar el paso de dejar el trabajo para empezar tu negocio es tener muy claras las razones por las que lo haces. Y estas pueden ser muy variadas según tu situación personal: alejarte de un jefe tóxico, ganar más tiempo para ti, ser el dueño de tu propio tiempo, desarrollar tus habilidades profesionales a un nuevo nivel, etc.
Los expertos aconsejan en estos casos tener muy claro el estilo de vida que queremos, y una vez que tenemos claro qué es lo que queremos podemos elegir cuál es el vehículo económico adecuado para conseguirlo. En algunos casos esto implicará trabajar en una empresa toda la vida y en otros dejar el trabajo y montar un negocio propio.
Lo importante es que tengas muy claro hacia dónde vas y cuáles son tus objetivos. Si estás convencido de que dentro de ti hay espíritu emprendedor y sabes que tu proyecto es viable, no dejes que el miedo te detenga.