viernes, 13 diciembre 2024

Nicolás Maduro se aferra al poder y eso está bien para los inversores

Ben Bartenstein para Bloomberg

Algunos inversores en bonos venezolanos están cada vez más convencidos de que el líder socialista Nicolás Maduro permanecerá un buen rato en el Palacio de Miraflores mientras las sanciones estadounidenses que lo empujaron a la cesación de pagos contribuyen poco a dañar su posición política en el país.

Con los partidos de oposición desordenados, Maduro debería poder ganar la reelección el próximo año, según gestores y estrategas de activos como Stone Harbour Investment Partners y JP Morgan Chase. Eso puede ser algo positivo para los inversores de bonos a corto plazo, ya que se ha visto que es más probable que sus potenciales reemplazos podrían realizar los pagos, incluso en momentos en que las reservas de divisas disminuyen.

Podría ganar elecciones democráticas y luego regresar a la comunidad internacional y decir: fui escogido por el pueblo venezolano. Tienen que respetarme”, manifestó Ray Zucaro, director de inversiones de RVX Asset Management, con sede en Miami, que posee deuda venezolana. “No creo que este sea su fin”.

La mayoría de los bonos se cotizan a aproximadamente 25 céntimos de dólar

Las perspectivas de estos inversores van en contra de la creencia convencional de que el mejor escenario para los tenedores de bonos venezolanos sería un nuevo liderazgo que podría reestructurar los 60.000 millones de dólares (50.215 millones de euros) en notas extranjeras del país y reformar la economía para promover el crecimiento. Normalmente, una nación que enfrenta una escasez de efectivo, inflación de cuatro dígitos y carencia de alimentos y medicinas seguiría la ruta de Ucrania o Grecia en busca de un rescate del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Pero los prestamistas multilaterales que demandarían reformas económicas son negativos para Maduro y sus aliados, muchos de los cuales están sujetos a sanciones de los Estados Unidos en medio de acusaciones de corrupción y violación de derechos, y esas limitaciones significan que sería casi imposible lograr una reestructuración de la deuda.

Eso forzó a Maduro a seguir una estrategia poco ortodoxa de continuar atendiendo la deuda, incluso cuando la falta de dólares causa escasez de alimentos y medicinas a precios asequibles para el pueblo. La mayoría de los bonos se cotizan a aproximadamente 25 céntimos de dólar, lo que muestra que los inversores son escépticos de que pueda continuar con los pagos.

Catalogado por algunos como un inepto cuando pidió una reestructuración de la deuda, refinanciación y pagos continuos de bonos en el mismo discurso, el Presidente ha jugado en las conversaciones sobre la deuda de forma “bastante elegante”, según Hans Humes, director ejecutivo de Greylock Capital Management, a través de Bloomberg TV a principios de mes.

El líder venezolano ha pedido a sus seguidores que se unan a él y responsabilicen a las sanciones estadounidense de la administración de Trump del asesinato financiero venezolano, un personaje que de por sí es profundamente impopular en la mayoría de América Latina. “Hemos subestimado a Maduro. Hace un par de años, todo el mundo pensó que era un tonto. Este tipo es bueno en el juego. Mantuvo a la oposición dividida, ganó elecciones, sigue en el poder…”

Venezuela 1 Merca2.es

Con los pagos de bonos vencidos por un total de 1.500 millones de dólares, el gobierno venezolano ha culpado a los bancos intermediarios por “sabotaje financiero”. Hasta ahora, los acreedores han sido pacientes y se han abstenido de acelerar los pagos de deuda vencida. Si bien sus valores han registrado las mayores pérdidas del mundo en 2017, Venezuela ha enriquecido a los gestores de fondos en las últimas décadas bajo dos gobiernos socialistas sucesivos que parecían dispuestos a pagar su deuda a toda costa.

Si bien la calificación de aprobación de Maduro es sólo de 23%, sus aliados ganaron sorpresivamente las elecciones regionales

En un discurso la semana pasada, Maduro dijo que Euroclear, la cámara de compensación con sede en Bélgica, había “secuestrado” 450 millones de dólares en fondos de bonos destinado a pagar los alimentos y medicinas en casa.

Maduro es hábil en usar las luchas financieras de Venezuela para socavar a sus oponentes, según Stuart Sclater-Booth, un gestor de activos en Stone Harbor en Nueva York, que tiene sobrepondera  la deuda del país. “Este caos en el mercado de bonos juega para su ventaja política cuando puede culpar a los Estados Unidos y la posición. Tiene un villano y hasta ahora lo ha superado”.

Más del 61% de los venezolanos se oponen a las sanciones financieras de los Estados Unidos, según una encuesta de octubre de la consultora Datanálisis con sede en Caracas. Eso representa un incremento de 9,8 puntos respecto a un mes previo. Si bien la calificación de aprobación de Maduro es sólo de 23%, sus aliados ganaron sorpresivamente las elecciones regionales del mes pasado mientras la oposición gritaba fraude.

Eso respalda la idea de que puede alcanzar una victoria electoral una vez que se establezca una fecha para la votación del 2018. La oposición se ha visto obstaculizado por luchas internas, mientras sus candidatos más competitivos, Leopoldo López y Henrique Capriles, han sido encarcelados o expulsados de sus cargos.

A menos que la oposición pueda presionar a Maduro sobre las reglas electorales que los ayudaría a competir, las “perspectivas de que Maduro se aferre al poder indefinidamente aumentarán”, escribió el analista de JP Morgan, Ben Ramsey, en una nota la semana pasada.


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