Desde que las mascarillas se convirtieron en un elemento obligatorio, las hemos llevado con cierta normalidad, aunque a algunas personas les haya costado un poco acostumbrarse a ellas. Pero ahora que ha llegado el verano la cosa se pone más difícil. Además algunas ciudades ya han experimentado una o varias olas de calor con temperaturas excesivamente elevadas. La cuestión es que la normativa exige el uso de mascarillas, haga frío o calor, ya que es una de las medidas más eficaces para contener la propagación del coronavirus. Puede que nos agobiemos un poco más durante esta estación, pero debemos cumplir esta norma si queremos detener la pandemia.
1CONSEJOS BÁSICOS
Las recomendaciones de los expertos para sobrellevar mejor esta situación son las mismas que se deben aplicar en cualquier otro verano. Nos las sabemos perfectamente: evitar salir en las horas de más calor, sobre todo, personas mayores y niños; no hacer esfuerzos físicos en las horas centrales del día, hidratarse constantemente y proteger la piel. A no ser que resulte imprescindible, optaremos por salir a primera y última hora del día, ya que la mascarilla puede aumentar la sensación de ahogo y llegar a provocar mareos. Es importante apuntar que las mascarillas no impiden el paso del aire necesario para respirar y que por lo tanto, es imposible asfixiarse por llevarla puesta.