Orange volverá a emitir todos los encuentros de LaLiga española, la UEFA Champions League y la UEFA Europa League durante la temporada 2020-2021 tras llegar un acuerdo con Telefónica, propietaria de los derechos de emisión en televisión de estas competiciones, por cerca de 300 millones de euros.
En un comunicado, Orange destaca que gracias a este acuerdo se convierte en el «único operador alternativo» que emitirá las principales competiciones deportivas en la temporada que comienza el próximo mes de septiembre.
La compañía de telecomunicaciones destaca que la adquisición para emitir una temporada más las principales competiciones futbolísticas está en línea con su estrategia de valor, «que apuesta por poner siempre a disposición de sus clientes los mejores contenidos y servicios premium del mercado».
TODOS LOS PARTIDOS
En concreto, los clientes de la operadora podrán disfrutar la próxima temporada de toda LaLiga Santander (1ª División), con todos los partidos de la jornada, incluidos todos los de Real Madrid y FC Barcelona, que se emitirán con resolución 4K.
Asimismo, añade que también ha adquirido a Telefónica los derechos de televisión para emitir todos los partidos de LaLiga SmartBank (2ª División), la UEFA Champions League y la UEFA Europa League. Por otro lado, la operadora de telecomunicaciones recuerda que los clientes de Jazztel, otra de las marcas del grupo, tendrán también acceso a todo el fútbol a través de Orange TV.
De esta manera, Orange será por tercera temporada consecutiva el único operador de telecomunicaciones del mercado español en ofrecer todos los partidos de las competiciones española y europea en su servicio de televisión.
GUERRA COMERCIAL
El mercado del fútbol en televisión en España sufrió un vuelco hace dos años cuando Vodafone decidió no adquirir a Telefónica los derechos para emitir las competiciones europeas y el Partidazo al considerar que, con la formula actual, no le salía rentable a la operadora seguir ofreciendo este contenido.
Esta decisión, a la que se sumó el verano pasado la decisión de no renovar tampoco los derechos para emitir el resto de partidos de la LaLiga, desató en su momento una guerra comercial entre operadores por captar clientes de televisión que llevó a la portabilidad a registrar niveles récord.