Cuando parece haber pasado lo peor de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, la senda innovadora de la Unión Europea (UE) sigue su curso. Y el encendido comercial del 5G será el gran evento de los próximos meses. La clave en este momento es conseguir que no haya ningún tipo de discriminación para ninguna empresa ni tipo de tecnología.
Bajo este contexto, desde Bruselas han dejado claro que la prioridad debe ser la seguridad y, una vez se consiga, cualquier operador de telecomunicaciones debe tener las mismas capacidades para desplegar infraestructura.
Y en este sentido, la UE ha emitido este mismo año una serie de recomendaciones estrictas para el despliegue de la red 5G en Europa y prevenir cualquier riesgo de seguridad. La Unión incluye a todos los proveedores, incluido Huawei, entre las firmas que pueden acceder al desarrollo de esta tecnología fundamental.
La vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea, Margrethe Vestager, ha señalado que las recomendaciones se han hecho de manera objetiva y a medida de los riesgos identificados. «Lo que estamos definiendo hoy es una estrategia europea para el 5G que respete la naturaleza abierta del mercado interior y la seguridad de los ciudadanos y nuestra soberanía tecnológica», ha defendido Vestager.
SIN DISCRIMINACIÓN
Una de las cosas que ha tenido claras Bruselas desde el primer momento ha sido que la guerra comercial entre Estados Unidos y China no puede influir de manera directa en los planes que se tengan en el viejo contiente.
Es por ello que el mercado comunitario se mantiene abierto para Huawei y para el resto de los operadores que cumplan las normas. Thierry Breton, comisario de Mercado Interior y responsable de Industria y Telecomunicaciones ha señalado que «no se trata de discriminar, sino simplemente de fijar reglas”. Estas medidas “serán estrictas, exigentes, de modo que en Europa se acogerá a todos los operadores que quieran aplicar las estrictas y exigentes medidas de seguridad en el despliegue de redes [5G]».
La UE cuenta desde hace más de una década con un conjunto de instrumentos normativos europeos que mitigan cualquier riesgo. El ‘Marco de Telecomunicaciones de la UE’ ha recomendado medidas para la reducción de riesgos y propiciado la cooperación de los operadores. El ‘Código de Comunicaciones Electrónicas’, que reemplazará al anterior a finales de 2020, contiene medidas aplicables a la seguridad de las redes, la gestión de incidentes y la supervisión.
También puede apoyarse en la ‘Directiva NIS’, que impone obligaciones similares para los operadores de servicios esenciales, y en el ‘Reglamento de Ciberseguridad (Cibersecurity Act)’, que permite desarrollar un sistema de certificación a escala europea para integrar la seguridad por diseño en los productos, servicios y procesos asociados a las redes 5G. A las medidas regulatorias anteriores se añaden ahora las medidas estratégicas y técnicas para la gestión de riesgo.