La crisis del coronavirus ha sido una oportunidad para Lendmarket, la primera plataforma en España de mercado secundario de deuda corporativa. En los últimos meses han captado clientes “que quizás, nunca se habrían planteado invertir”, explica Alejandro Villalonga, CEO de la fintech, en una entrevista con MERCA2.
“Debemos ser realistas, los planes de choque del Gobierno no serán suficientes para que se pueda reactivar la economía”. En su opinión, los créditos ICO y las moratorias son soluciones cortoplacistas, muy enfocadas para que los bancos puedan parar el primer golpe de la crisis debido al incremento de la mora provocado por los ERTE, ERE, concursos de acreedores y cierres de negocios.
En palabras de Villalonga, los bancos “sólo están enfocando estas ayudas a clientes existentes para poder limpiar sus balances”, añade. Y están dejando a pymes, autónomos y microempresas, que se estaban financiando con recursos propios su deuda bancaria, sin tener en cuenta otros criterios como la solvencia financiera, innovación, viabilidad y sostenibilidad real de la empresa.
¿Y CUANDO ACABEN LOS ICO?
“No es descabellado decir que la mayoría acabará desapareciendo y será difícil recuperarlas”, destaca. A su modo de ver, el mayor problema vendrá cuando acaben las moratorias y la carencia del ICO. La solución pasa por los Fondos de Direct Lending o compañías fintech que complementen la financiación bancaria cuando venzan los ICO en 2021.
Y aquí aparece su empresa, Lendmarket, un mercado secundario que abre una ventana de liquidez a todos aquellos fondos de inversión o tenedores de deuda para poder deshacer sus posiciones antes de que lleguen a su vencimiento.
Esto se traduce en una mayor concesión de nuevos préstamos a otras pymes que lo puedan solicitar. Tanto es así, que en las últimas semanas se ha incrementado el número de fondos y plataformas que se han puesto en contacto con ellos para vender parte de sus carteras existentes.
La plataforma se dirige al cliente institucional, profesional, de Banca Privada y Family Office, con un objetivo de patrimonio en plataforma de 50.000 euros en el primer año de inversión y 100.000 euros a partir del segundo. Pueden invertir tanto personas físicas como jurídicas, pero debe ser inversor acreditado y con residencia en la Unión Europea.
UN WIN-WIN
Lendmarket no financia directamente a pymes, ya que no actúa como una plataforma de crowdlending, pero forma parte de la solución. Son una plataforma de inversión, y la ventaja principal es permitir a inversores que tienen posiciones en dichas plataformas poder venderlas a través de su mercado secundario.
Así pues, fomentan un modelo win-win: por un lado, los inversores pueden vender sus posiciones, lo que permite mayor liquidez a las plataformas para que puedan financiar más empresas en su mercado primario. Por otro, los compradores de dichas posiciones registrados en Lendmarket se aseguran que los activos que adquieren constan de un histórico de pagos positivo.
Y lo hacen a través de Fondos de Direct Lending y Activos de Plataformas de Crowdlending e Invoice Trading, que hasta la fecha únicamente los inversores institucionales podían acceder. En sus dos años de vida ya han publicado más de 40 millones de euros en préstamos corporativos y para 2021 tienen previsto llegar a los 50 millones.
Alejandro Villalonga tiene claro que hay interés por este mercado, pues ayuda a diversificar mejor la cartera, ya que el usuario tiene a su disposición una oferta más amplia de activos para reducir el riesgo. Y, además, con un histórico de pagos positivo (capacidad de pago probada) y, por lo tanto, reduciendo la pérdida esperada.
Por otra parte, disponer de un mercado secundario también aporta ventajas a los propios Fondos de Deuda y Plataformas de Crowdlending, pues permite generar liquidez en la cartera con la venta de una parte de la misma. También otorga una solución una vez los fondos han sido cerrados y tienen préstamos pendientes de vencer.
Además, ayuda a mejorar el ROI destinando los fondos que obtienen de la venta de participaciones a nuevas oportunidades, amplia la capacidad financiera y facilita el encuentro de co-inversores, concluye.