Desde hace semanas se asusta a las empresas españolas con el “lobo catalán”. Que viene, que viene, pregonan analistas internacionales y bancos de inversión. Aunque la realidad, pese a todo, puede que no sea tan alarmante. Incluso para quienes tienen una exposición directa, como es el caso de la inmobiliaria cotizada Merlin.
El último gran susto ha venido con la pérdida como potencial cliente (inquilino) de la Agencia Europea del Medicamento (EMA). En realidad estaba en el aire la posibilidad de que la antigua Torre Agbar, ahora denominada Torre Glories, fuese la sede de este organismo sanitario. Finalmente no será así.
De este modo, Merlin -su propietario- deberá mover rápidamente su agenda para encontrar a uno (o varios) interesados en ocupar las sillas que ya no usarán en la EMA. Aunque la pregunta que todos hacen, al margen de este último contratiempo, tiene que ver con la situación catalana y la posición en la que queda Merlin en esta región.
Desde Bloomberg lo tienen claro: el impacto será mínimo. Así, un informe de la agencia destaca, no obstante, que las ventas minoristas se verán recortadas en Cataluña. Lo bueno para Merlin es que no se prevé que la situación se alargue en el tiempo. Quizá las elecciones del próximo 21 de diciembre aclaren definitivamente la situación.
Merlin se juega 500 millones
Otro de los contratiempos que deberá salvar la compañía dirigida por Ismael Clemente tiene que ver con los actuales contratos de alquiler de centros comerciales. Bloomberg estima que puede haber una cierta demora en resolver las situaciones contractuales de estos negocios debido al clima de incertidumbre. Pero también fija una temporalidad breve en el asunto.
Pese a todo, el informe prevé dicho mínimo impacto. La diversidad en la cartera de su negocio, así como los diferentes mercados en los que opera, provoca que Merlin no tenga ninguna dependencia de Cataluña. Asimismo, proyectan una reducción de costes que harán estabilizarse el negocio de la inmobiliaria.
La otra clave para que el caos catalán no afecte a Merlin tiene que ver con los prealquileres de sus proyectos en desarrollo, así como la renovación de los que están en marcha. Se trata de una inversión de 500 millones de euros y más de 60 millones en potenciales alquileres, según las cifras que baraja Bloomerg. Consolidar esas ventas -y rentabilizar la inversión- será clave para apuntalar el negocio del alquiler hasta 2019.
El futuro de Merlin sin movimientos
Una vez que el conflicto catalán esté resuelto, ¿habrá llegado la hora de ampliar la cartera de activos inmobiliarios? Desde Bloomberg señalan esa situación como poco probable. Así, estiman que tras la solida inversión llevada a cabo por el sector, los precios están en un punto lo suficientemente alto como para que no existan oportunidades de adquisición que sean atractivas.
En cuanto a lo que le afecta de manera inmediata, la Torre Glories, mantiene activo su proceso de reconversión del edificio en una zona de oficinas. Por ahora no hay rumores de posibles inquilinos, aunque una vez descartada la presencia de la EMA no tardarán en llegar.