McKinsey & Company, Inc es una consultora que se centra en intentar resolver problemas de administración estratégica. Presta servicio a las mayores empresas del mundo, así como a gobiernos e instituciones. En España y Portugal está liderada por Alejandro Beltrán
Con el cambio de presidente en Telefónica en abril del 2016 la consultora ha ganado muchos enteros en la toma de decisiones, hasta el punto de convertirse, a juicio de algunos de los directivos de la telco, en todo un gobierno en la sombra que todo lo decide y controla. Pocas son las decisiones que se escapan del control de McKinsey. Y son varios los casos de puertas giratorias en los que ex McKinsey se acaban incorporando como empleados del operador español y viceversa.
El organigrama de Telefónica está repleto de ex McKinsey y exbanqueros de inversión.
Cómo han cambiado los tiempos, parece que ya sólo quedan consultores de lujo a precio de oro la hora, financieros que no saben qué muy bien qué hacer con la deuda y gurús del mundo digital que viven sus horas más bajas. Desaparecieron de la cúpula por arte de magia los ingenieros, de toda la vida, los de verdad. ¿Dónde están los Luis Lada o Julio Linares de turno? Pregunta, por ahora, sin respuesta.
En la época de César Alierta durante un tiempo la relación entre el operador y la consultora fue estrecha, pero en un punto determinado se distanció. Siempre ha existido, pero no era ni de lejos tan estrecha como la actual. El presidente saliente no necesitaba siempre el apoyo de una consultora para la toma de decisiones y tenía bastante claro lo que quería en cada momento (aunque no siempre acertaba). Se fiaba en la toma de decisiones de su instinto. Hoy eso no sucede en la misma medida… a no ser que lo ordene un socio consultor.
Ahora no hay decisión importante en la que no intervenga McKinsey. No sólo el plan estratégico (que han elaborado de pé a pá) sino en todo el día a día de lo que hace la compañía. En unos días se celebrará la cumbre de directivos de Telefónica en IFEMA (en Madrid, el 30 noviembre y 1 de diciembre) y, ¡sorpresa! como no puede ser de otra manera está siendo liderada por… McKinsey.
«Lo controlan todo. Han hecho todas y cada una de las presentaciones y el plan estratégico. Aitor Goyenechea, (director de Comunicación Interna) y Fiona Maharg-Bravo, (responsable de Comunicación Internacional), ejercerán de maestros de ceremonia. Pero es pura fachada. Todo lo ha decidido el consultor» -indica uno de los invitados conocedor de los detalles del evento-.
En la cumbre de directivos el invitado de lujo será su principal enemigo, el responsable mundial de Neflix. ¡Toma ya! Han invitado a participar en la fiesta al chico que les come el bocadillo. Espero que no le den en un pen drive copia del plan estratégico de Movistar +.
A algunos miembros del actual consejo de Telefónica les inquieta y les deja perplejos ver cómo están todo el día en el despacho del Presidente. Ninguna decisión escapa a su control. Influyen, deciden, ellos también gobiernan
Además de la asesoría externa estratégica, en la empresa hay multitud de ex McKinsey que han sido fichados como plantilla. La consultora ve con agrado que muchos de sus directivos acaben saliendo a trabajar en clientes, lo que les da una posición de privilegio en la toma de decisiones futuras. Así se establece el auténtico poder en la sombra.
Quien ha formado parte de la compañía nunca deja de ser un McKinsey de por vida, especialmente si está en un puesto relevante
Sólo en el comité de dirección de Telefónica encontramos numerosos ex McKinsey: Mariano de Beer (Director General Comercial Digital), Guillermo Ansaldo (Director de Recursos Globales), Ángel Vilà (Consejero Delegado). Pero muchos más a nivel directivo, como el recientemente fichado Sergio Oslé (Telefónica Media)
Sus tarifas, por supuesto, son de aúpa. El Confidencial‘ publicaba hace ya varios años este texto al respecto:
“Las tarifas, que no han sido confirmadas por la consultora, a pesar de que fue requerida con tiempo, son, según uno de sus clientes: 6.000 euros diarios si se ocupa del proyecto un socio de la firma; 3.000 euros si es un director; 2.500 si se trata de un jefe de proyecto y si es sólo un consultor, “recién salido del master”, 2.000 euros por día.”
En resumen, “un equipo medio no sale por debajo de 250.000 euros al mes”, o sea, algo más de 40 millones de pesetas. Viajes, comidas y otros gastos aparte, ya que “facturan hasta los taxis”.
La consultora, fundada en 1916 por el profesor de la Universidad de Chicago James O. McKinsey celebra este año su 40 aniversario en España, y con tal motivo su comité ejecutivo fue recibido por SSMM Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela el pasado mes de Junio.
Y ahora queda lo más difícil: convencer a los mercados. La cuadratura del círculo. Pero no se preocupen ustedes que ya están los McKinsey de turno para sacarse un conejo de la chistera a precio de oro.
Pongamos una velita a Santa Clara para que al fin funcione. Benditos consultores.