El 75% de los profesionales de la inversión cree que las firmas que han recibido ayudas públicas durante la crisis del coronavirus no deberían pagar dividendos a sus accionistas ni compensar a sus ejecutivos con bonus, según una encuesta de CFA Institute a nivel global.
En cuanto a otras posibles actuaciones, un 83% de los expertos coincide en que no se debería considerar la prohibición de las ventas a corto por parte de los reguladores.
En lo referente al impacto de la crisis en la gestión de activos, un 39% de los analistas prevé quiebras a gran escala y también una aceleración de la automatización para reducir los costes.
A nivel de efectos sobre el empleo, el 54% de los encuestados no ve ningún cambio en los planes de contratación de su empresa y el 36% informa de una congelación de la contratación, mientras que un 9% anticipa una reducción de personal.
Igualmente, el informe contempla una próxima consolidación, así como la divergencia entre mercados emergentes y desarrollados, y un posible freno a la globalización de los mercados financieros.
En cuanto a la ética de los profesionales en esta crisis, el 45% ve probable que provoque «conductas de dudosa ética en la industria de gestión de inversiones», principalmente en los mercados menos desarrollados.
CAMBIO DE ASIGNACIONES ESTRATÉGICAS
Dada la volatilidad del mercado, cerca del 75% de los encuestados asegura que analiza este factor antes de tomar una decisión sobre la asignación de activos.
El 25% restante de los profesionales afirma que ha modificado «de forma significativa» sus asignaciones estratégicas debido a los efectos de la inestabilidad.
Este cambio de estrategia ha sido más notable en las carteras de América Latina, el 44%, y en el sudeste asiático, un 38%, a diferencia de Europa y América del Norte.