La firma alemana de servicios de pago Wirecard, envuelta en una escándalo contable tras detectar el auditor un agujero de 1.900 millones de euros en sus cuentas, ha reconocido que la hipótesis más probable es que este dinero no exista, después de que el gobernador del Banco Central de Filipinas asegurase ayer que los fondos nunca habían entrado al sistema financiero del archipiélago.
«El consejo de administración de Wirecard considera que existe una probabilidad predominante de que no existan saldos de cuentas bancarias por un monto de 1.900 millones de euros», ha anunciado la fintech germana en un comunicado.
Asimismo, la entidad ha anunciado la retirada de sus rcuentas preliminares correspondientes al ejercicio 2019, así como de los resultados provisionales del primer trimestre de 2020, así como la cancelación de sus previsiones de resultado bruto de explotación (Ebitda) e ingresos para el ejercicio 2020.
El escándalo contable detectado por el auditor provocó la dimisión el pasado viernes de Markus Braun como consejero delegado de la firma alemana y el nombramiento de James H. Freis, quien había sido nombrado el pasado jueves como nuevo miembro del consejo de administración de la compañía, «como consejero delegado interino con poder exclusivo de representación».
La firma había reconocido horas antes que puede haber sido víctima de un fraude «de proporciones considerables» después de anunciar un nuevo retraso en la publicación de sus cuentas anuales como resultado de una irregularidad contable de 1.900 millones de euros. «En la actualidad, no puede descartarse que Wirecard se haya convertido en parte perjudicada en un caso de fraude de proporciones considerables», había afirmado Markus Braun.
Wirecard había explicado que la firma de auditoría EY no ha encontrado «suficientes pruebas» de que los balances de efectivo en las cuentas fiduciarias de la empresa contaran con 1.900 millones de euros, que representan cerca del 25% del balance total de la compañía.