El expresidente de Telefónica España y consejero de empresas como Nae, Panda, Circer Iberia y Sealpath, Luis Miguel Gilpérez, ha incidido en la necesidad de que España cuente con un plan «único e integral» de reconstrucción del país tras la crisis generada por el brote del Covid-19, que vaya «más allá de acciones sueltas» y que esté elaborado conjuntamente entre el sector público y el privado.
En una entrevista concedida a Europa Press, Gilpérez ha señalado que, en su opinión, en España no existe actualmente un plan de reconstrucción, sino acciones sueltas que pueden dar su fruto o no. «Estamos más en un planteamiento de que las cosas se resuelvan por sí mismas y tengo poca confianza en ese modelo», ha admitido.
Por todo ello, ha abogado por diseñar plan conjunto entre el sector público y privado en el que ambas partes tienen que «ponerse de acuerdo y construir» un proyecto que se comprometan a cumplir. De hecho, ha subrayado que el plan debe ser liderado por el Gobierno, pero que su ejecución depende del sector privado.
En este sentido, ha subrayado la importancia de poner en marcha iniciativas público-privadas y cambiar la estrategia de subvenciones para focalizarlas en estas soluciones que fortalecer el futuro del país. Así, se logrará que España sea «más atractiva» para los inversores y para el capital, especialmente el internacional.
«Como país tenemos que pensar que vamos a ser diferentes, que necesitamos algo que nos haga mirar mucho más allá y no pensar en el cortoplacismo», ha incidido Gilpérez, quien ha remarcado que alguien tiene que tener «la altura de miras para pensar cómo será la España de 2030» y aspirar a ser «más relevantes».
Respecto a los planes presentados esta semana para los sectores del turismo o la automoción, ha afirmado que su fallo es que «no están interconectados» y ha añadido que, aunque el turismo es importante para el país, la economía tiene que ser «mucho más diversificada» para afrontar profundas crisis.
En esta línea, ha subrayado que los planes individuales de las empresas pueden ser «muy interesantes», pero que lo hace falta es un plan «único, integral y director» en el que estén todos de acuerdo, ya que de nada sirve por ejemplo que una compañía presente un plan que esté desconectado del de otras.
COMISIÓN DE RECONSTRUCCIÓN
Preguntado por la Comisión parlamentaria para la reconstrucción, Gilpérez ha señalado que el problema no está en la forma o el escenario escogido, sino en los objetivos marcados. Además, ha añadido que aún es pronto para evaluar su trabajo, pero ha reconocido que le gustaría que hubiera «más equilibrio» entre profesionales y políticos».
«Deberíamos equilibrar bastante más la visión política con la visión profesional, porque creo que de la suma de las dos partes construiríamos algo muchísimo mejor», han incidido Gilperez, quien ha remarcado que no tiene sentido gastar el tiempo en puntos que no lleven a ningún fin y no dejen a España en una posición mejor en los próximos tres cuatro años.
En su opinión, lo más importante es trabajar, construir y desarrollar todo este plan y no tanto la forma en la que se haga. «Lo puede crear con el vehículo que se considere más efectivo, pero es el momento de ponerse manos a la obra y no es el momento de esperar. El Covid nos ha demostrado que no tenemos tiempo, que somos débiles y que tenemos que reinventarnos», ha remarcado.
ESPAÑA 5.0
En este contexto, Gilpérez ha incidido en que este plan de reconstrucción debe permitir avanzar a un país que ha estado «clarísimamente enfocado en el turismo» y no se ha convertido en un centro tecnológico o industrial, campo éste último en el que España «ha ido a remolque».
«No podemos ser un país que todo lo base en esa estructura de pymes de servicios», ha subrayado el expresidente de Telefónica España, quien ha apostado por impulsar pymes mucho más tecnológicas y capaces de sobrevivir a crisis de este tipo.
A este respecto, ha apuntado que el Covid-19 ha demostrado los países que mejor han pasado este proceso han sido los que cuentan con mayor base tecnológica, por lo que ha abogado por plantear en España un plan estratégico denominado ‘España 5.0’ con cinco ejes claves: una España digital, continua, tecnológica/industrial, sostenible e internacional.
En primer lugar, ha señalado la necesidad de plantearse «con toda la seriedad, la profundidad y la rotundidad» la digitalización del país en todos los ámbitos, pero hacerlo de forma más seria y eficiente y que no se queda como un lema en los discursos.
En segundo lugar, ha remarcado que, como ha demostrado al crisis del Covid-19, en España la población está demasiado concentrada en grandes núcleos urbanos, como Madrid y Barcelona, y ha recordado que en toda concentración, una vez que se alcanza demasiado tamaño, no se consiguen ni más sinergias ni más economías de escala, sino ineficiencia.
Por ello, ha abogado por impulsar «un España mucho más continua», para lo que es necesario fomentar la inversión, y especialmente la extranjera, en núcleos urbanos de entorno a 50.000 y 100.000 habitantes para crezcan y se conviertan en ‘hubs’ con en torno a 300.000 habitantes, que les da una economía de escala suficiente.
En este contexto, ha recordado que España es probablemente el país «con mejores infraestructuras de Europa«, tanto en materia de telecomunicaciones, con la mayor red de fibra de Europa, como de transporte por carretera o ferroviario. «Podríamos ser un centro manufacturero y de desarrollo a nivel europeo y el ‘hub’ industrial logístico de Europa», ha asegurado.
APUESTA POR LA INDUSTRIA
En tercer lugar, ha mostrado la necesidad de plantear una España «mucho más tecnológica e industrial», para lo que aboga por crear centros de competencia sectoriales que sean capaces de desarrollar tecnología para luego exportarla a nivel europeo y, posteriormente, mundial.
Así, ha señalado que los primeros centros deben centrarse en campos en los que se ha demostrado que España tiene una capacidad diferencial como la gastronomía, la agricultura, la logística, el transporte, los contenidos o las infraestructuras tecnológicas, impulsando el 5G con el desarrollo de servicios.
El cuarto eje es impulsar una España «verde, eficiente y sostenible», para lo que aboga por adelantar a 2025 los objetivos de la agenda 2030 e impulsar el principal activo de España, el sol, que se aprovecha «bastante menos que en otros países» y, sin embargo, tiene un gran potencial.
Por ello, ha incidido en que España debe convertirse en el primer productor de energía solar de Europa, lo que requerirá invertir en una red eléctrica «mucho más potente», como ya se hizo con la fibra, y construir «una especie de tapiz solar» en las zonas donde la agricultura tiene sentido. Además, se debería construir un centro de competencias en materia de energía solar.
A este respecto, también ha apostado por liderar todo lo que está alrededor del coche eléctrico, que ya es «una realidad» y España no se puede quedar atrás. Así, ha incidido que en este campo hay que trabajar en muchos frentes, como una red de recargadores, la normativa o todo lo que hay alrededor del mismo para ser un ‘hub’ mundial en este campo.
Como último eje, ha subrayado que, aunque España cuenta con empresas «potentes e importantes», es necesaria una mayor internacionalización, principalmente en mercados naturales para el país como América Latina o Europa. Para ello, ha incidido en la importancia de impulsar mucho el emprendimiento para que nazcan en el país las empresas del futuro aprovechando el enorme talento que existe en España y que hay que evitar que se vaya fuera.