Las instituciones de la Unión Europea han dado este viernes el último paso para aprobar una serie de medidas que relajan de manera temporal las normas sobre requisitos de capital, con el objetivo de que los bancos puedan expandir el crédito a empresas y hogares durante la crisis provocada por la pandemia de Covid-19.
El pleno del Parlamento Europeo ha dado su visto bueno al informe del eurodiputado del PSOE Jonás Fernández con 502 votos a favor, 169 en contra y 17 abstenciones al acuerdo alcanzado al respecto con el Consejo de la UE, la institución que representa a los Estados miembros.
Este voto era la última etapa antes de que las modificaciones legislativas entren en vigor una vez sean publicadas en el Diario Oficial de la UE.
Entre los cambios se encuentra, por ejemplo, una enmienda que excluye de manera temporal el ratio de apalancamiento obligatorio para todas las entidades financieras del cálculo de las reservas que deben tener depositadas en los bancos centrales. También retrasan un año, hasta el 1 de enero de 2023, la fecha en la que los bancos calificados como sistémicos tienen que contar con un colchón adicional sobre este ratio de apalancamiento.
Además, se adelanta la entrada en vigor de algunas normas bancarias aprobadas el año pasado. Una de ellas permitirá que los bancos no tengan que restar de su capital regulatorio los activos de ‘software’, con el objetivo de impulsar inversiones en tecnología y digitalización.
Además, se acelera la entrada en vigor de la norma que permitirá a pensionistas o trabajadores con contrato fijo obtener un préstamo en condiciones más favorables si estos créditos están avalados con su propia pensión o salario, respectivamente.
De la misma forma, se adelanta la aplicación del factor de apoyo a pymes, que permite un trato prudencial más favorable ante ciertas exposiciones, una medida que «asegura el flujo de crédito a empresas y apoya la inversión en infraestructura», según la Eurocámara.