La recuperación del mercado de trabajo tras la crisis de 2008 fue más rápida en las zonas más ricas de la eurozona, según un análisis publicado este jueves por el Banco Central Europeo (BCE) en su boletín económico.
Así, el organismo ha concluido que en 2018, únicamente el 25% más rico de las regiones de la eurozona había recuperado los niveles de horas trabajadas observados en 2007, justo antes de que estallara la crisis. De su lado, durante ese periodo de diez años, el 25% más pobre registró unas pérdidas de empleo mayores a las ganancias contabilizadas durante la recuperación.
Según el BCE, entre 2007 y 2018, el total de horas trabajadas en el cuartil superior creció un 3,2%, mientras que en el cuartil inferior cayó un 5,6%. De su lado, en los dos cuartiles medios, el total de horas trabajadas cerró el periodo con niveles similares, aunque ligeramente por debajo, a los de 2007.
CAMBIOS EN LA TASA DE DESEMPLEO
El instituto emisor ha explicado que este desarrollo heterogéneo se puede atribuir a los cambios en las tasas de desempleo y a las diferencias de crecimiento de población durante ese periodo, que provocó que trabajadores migraran de regiones pobres a regiones ricas.
Asimismo, la entidad presidida por Christine Lagarde también ha concluido que la recuperación ha ampliado la brecha entre regiones ricas y pobres en lo que se refiere a niveles de empleo y remuneración de los trabajadores.
Además de por los flujos migratorios, el BCE considera que esto se puede deber a que las industrias que registraron una mayor caída de empleo y salario estaban situadas en regiones pobres, mientras que los sectores económicos más «boyantes» estaban radicados en regiones ricas.