La desescalada tras la crisis del coronavirus ha llegado con el calor del verano, y ya son muchos los que se preparan para ir a la playa. Eso sí, la nueva normalidad implica ciertos cambios en nuestra vida diaria, y nada es como en años anteriores. Son muchos los que han acudido corriendo a darse un baño, pero hay que tener en cuenta que hay ciertas normativas que cumplir.
Las playas de Barcelona están siendo un claro ejemplo de lo que no se debe hacer. Y es que la policía ha tenido que entrar en la arena para desalojar toda la zona, ya que la cantidad de bañistas era excesivo. Sigue leyendo para descubrir cómo debes ir a la playa sin correr riesgos.
1Miedo ante la apertura de la playa
Aunque todos estaban deseando que el confinamiento terminara, esperaban con ansias la apertura de la playa, ya que el calor del verano llega, y un buen chapuzón es del agrado de todos. El problema viene con el adelanto de su apertura, pues se esperaba que esta no llegara hasta la fase 3, y ha sucedido en la fase 2. Este adelantamiento de los acontecimientos ha pillado a muchas playas sin recursos para prevenir más contagios.
Aunque son muchos los que se han arriesgado a ir al mar, otra gran parte de la población teme ser contagiado por el coronavirus. Según investigaciones, tanto el cloro de las piscinas como la sal del mar impiden que se produzca tal contagio. Claramente, una persona con síntomas de este virus no va a salir de casa, pero están las asintomáticas, y esas sí salen, pues desconocen ser portadores.