La tecnología móvil que nos acompañará la próxima década, el 5G, se está gestando desde hace varios años. Aunque apenas llevamos un tiempo disfrutando del potencial del 4G, al menos en España, la innovación viaja más rápido. Por eso, los principales implicados se preparan para cuando esté listo. Un ejemplo es Ericsson. La multinacional sueca acelera el ritmo inversor, pese a que su negocio está dando síntomas de fatiga.
Y no solo a nivel tecnológico. Los suecos, y sobre todo sus filiales en el resto de mercados, están teniendo problemas de ámbito laboral, lo que supone otro quebradero de cabeza adicional. Por eso, Ericsson centra todos sus esfuerzos en innovar y seguir creciendo en su negocio. Cosa difícil, por otra parte.
Básicamente porque la compañía ha reconocido una pérdida importante en la cuota de mercado en el negocio de redes inalámbricas, y ahora mismo tendría un 26% del negocio. Mucho menos que hace un lustro. Esta pérdida de peso, según un informe de Bloomberg, se debe a cierta obsolescencia en su gama de productos. De ahí que su mayor esfuerzo en estos momentos sea el aumento en la inversión de I+D.
Aunque hay otro objetivo que, ahora mismo, tiene mayor peso en Ericsson. Pese a ser algo paradójico, la multinacional sueca está pujando al máximo por desarrollar todo proyecto relacionado con el 4G. De esta manera cuando se establezca como estándar el 5G y se liciten las licencias de uso, Ericsson tan solo deberá adaptar el software de sus productos, y esa será la ventaja competitiva frente a sus rivales, puesto que los despliegues estarán ya realizados.
Además, según las estimaciones de Bloomberg, se espera que el 5G mueva un negocio de 58.500 millones en los próximos dos años, y que el crecimiento para 2021 -como se puede ver en el gráfico- se descomunal.
Previsiones pesimistas de Ericsson
Todos estos pronósticos se han llevado a cabo en la reunión anual de analistas de la compañía que se celebró la semana pasada. Ahí fijaron una reducción del margen operativo para 2020 que pasará del 10% al 12%. También se emitieron algunas estimaciones de ingresos. Actualmente la compañía factura más de 23.000 millones, al cierre del último ejercicio. Para 2020 esa cifra, estiman, estará sobre los 19.000 millones de euros en ventas.
Aquí hay un factor externo que será clave: las redes RAN (de acceso por radio) tendrán un comportamiento negativo dentro del negocio de los operadores, por lo que todo el segmento en su conjunto se verá afectado por esta reducción.
Ericsson se reorienta y redimensiona el crecimiento
Para asegurarse de que los planes están claros, nada mejor que el jefe para dejar constancia. Así, el CEO de Ericsson, Borje Ekholm, tiene la intención de lograr que la línea de productos de la compañía se centre más en los equipos de acceso por radio y software para establecer una base sólida para el crecimiento futuro.
Para ello habrá que tomar ciertas medidas. Entre ellas, como suele ser lógico, está la reducción en la estructura de costes. Para eso, como se ha mencionado, el I+D y el nuevo diseño estratégico de la innovación será clave.