El coronavirus ha puesto la vida de todos nosotros patas arriba, y es que no se trata solo de una crisis sanitaria, numerosos economistas y empresarios ya están advirtiendo de la crisis económica que está por llegar. Pero hay un dicho que dice que cuando una puerta se cierra otra se abre y eso es cierto en este caso. De lo poco bueno que ha tenido la situación que hemos vivido es que el espíritu emprendedor parece haberse despertado en muchas personas.
Esto es una buena noticia, puesto que en los próximos meses vamos a ver muchos negocios cerrar y la economía necesita que nuevas empresas se pongan en marcha y generen empleo. Por suerte, ya tenemos emprendedores de todas las edades y de todas las condiciones exprimiéndose al máximo para conseguir poner en marcha su idea lo antes posible.
¿Incentivan las crisis el carácter emprendedor?
La respuesta unívoca es sí, así de simple y sencillo. Y como muestra un par de botones, a raíz de la crisis de 2008 surgieron empresas que hoy en día tienen presencia casi a nivel mundial y que se pusieron en marcha sin demasiados recursos económicos. Los ejemplos más claros con AirBnb y Uber. Sus creadores supieron ver la oportunidad en mitad de la crisis y consiguieron triunfar.
Es ante las adversidades cuando nos hacemos más fuertes. Si te has quedado sin empleo y sabes que es muy complicado que vuelvas al mercado laboral, al final no te queda más remedio que buscar alternativas. Es entonces cuando muchos se plantean emprender su propio negocio.
Pero no debemos pensar en los emprendedores solo como personas que están en desempleo y deciden crear un negocio. A veces los emprendedores también son autónomos que ya tienen un negocio en marcha y un buen día descubren una oportunidad que no pueden dejar escapar, o incluso asalariados que han tenido una buena idea y se lanzan a la aventura de convertirla en realidad.
Las crisis hacen surgir nuevas necesidades en el mercado, y esto se traduce en un mundo de nuevas oportunidades para aquellos que son capaces de estar atentos a su entorno y de arriesgarse para perseguir sus sueños.
El español es emprendedor por naturaleza
Es cierto que muchas personas prefieren la seguridad de un trabajo asalariado y no tener que preocuparse por nada relacionada con el trabajo después de que acabe su jornada laboral. Pero por nuestra forma de ser los españoles somos inquietos y curiosos, rasgos que son esenciales para poner en marcha un negocio.
Por eso, con la cantidad de tiempo libre que han tenido muchas personas en los últimos meses han ido surgiendo nuevas ideas de negocio. Muchas de ellas quizá no lleguen a ningún sitio, pero otras podrán hacerse realidad gracias a alternativas de financiación como los préstamos ICO o los business angels.
¿Es más difícil emprender hoy en día?
Con la situación que estamos viviendo en la actualidad no es raro pensar que emprender ahora mismo es una locura, pero no es así. Poner en marcha un negocio nunca ha sido una tarea fácil. Es necesario que el emprendedor sea capaz de analizar bien su proyecto para saber si es o no viable. Para eso va a necesitar herramientas como el estudio de mercado y el plan de negocio.
A ello hay que sumarle que el acceso a la financiación puede ser complicado y que no siempre se cuenta con el apoyo de las personas más cercanas, que pueden ver la idea de montar un negocio propio como una mala idea, y más ahora.
Pero si algo define el carácter de una persona emprendedora es que es una auténtica luchadora que no se va a dar por vencida fácilmente. Si alguien tiene una buena idea no debería preguntarse si es el mejor momento para ponerla en marcha, sencillamente debería empezar a trabajar en ello y tomar su decisión en base a los datos objetivos que se deriven de los análisis de mercado realizados.
Emprender en pequeño vs emprender a lo grande
Para el emprendedor es vital contar con la formación adecuada para poder poner en práctica su idea, y esta puede ser más o menos compleja y/o extensa en función de lo que quiera hacer. Por ejemplo, para poner en marcha una startup para crear aplicaciones de ayuda a personas mayores hace falta tener conocimientos en temas como programación, mientras que para crear una tienda online no hace falta tener una formación técnica específica.
Cuanto mejor formado esté el emprendedor más a lo grande podrá emprender, en el sentido de que podrá entrar en proyectos más ambiciosos. Sin embargo, un emprendimiento algo más modesto puede llegar a ser también muy exitoso.
En el momento actual el mercado está preparado tanto para aquellos emprendedores que tienen grandes ideas y están dispuestos a cambiar el mundo como para quienes sencillamente quieren dedicar su vida a hacer algo que les gusta.
Algunas ideas para emprender en plena crisis del coronavirus
Aunque no hayamos sido conscientes de ello, desde el primer momento en que el coronavirus llegó a nuestras vidas están surgiendo oportunidades de negocio. Desde hace ya algunas semanas las personas necesitan servicios como canguros a domicilio que cuiden a los niños mientras los padres teletrabajan o incluso mientras trabajan fuera, cuidado de personas mayores en su propio domicilio para que no tengan que ir a una residencia y exponerse a contraer el virus, apps para el teletrabajo, herramientas para una buena atención sanitaria a distancia.
Estas necesidades están ya aquí y han llegado para quedarse, y está claro que habrá muchas más. Por eso no es de extrañar que muchas personas se hayan puesto ahora más en serio que nunca con el desarrollo de sus proyectos de negocio.
Es un fenómeno que estamos viendo incluso en autónomos que ya tenían un negocio en marcha. No son pocos los que después de tener su establecimiento cerrado durante semanas se han decidido a emprender ahora a través del canal digital, para poder tener una tienda online que les permita seguir trabajando en caso de que el confinamiento tenga que volver a repetirse.
Está claro que ahora somos más emprendedores que nunca, lo que está por ver es si esto se acaba notando en la economía.