Las subastas de arte suelen transcurrir con total normalidad, pero a veces dejan historias para el recuerdo. Cada casa de subastas atesora anécdotas dignas de ser contadas. Desde Christie’s y Durán Subastas comparten con los lectores de MERCA2 algunas de ellas. Yves Saint-Laurent, descendientes de judíos y el desconocimiento han jugado malas pasadas a los compradores.
Consuelo Durán, directora de Durán Arte y Subastas, relata una de las anécdotas más curiosas de la casa. “Al examinar el dorso de un cuadro encontramos un papel entre el bastidor y el lienzo. Al abrirlo en busca de más información sobre la obra aparecieron tres brillantes de gran pureza”, comienza Consuelo Durán. Desde la casa de subastas se pusieron en contacto con el propietario, quien explicó que eran descendientes de judíos alemanes que huyeron del país durante la Segunda Guerra Mundial, momento en el que debieron esconder los brillantes.
Desde la internacional casa Christie’s explican a MERCA2 las situaciones más curiosas que han vivido durante sus subastas. La anécdota se sitúa entre los días 23 y 25 de febrero de 2009, cuando Christie’s subastó la colección de Yves Saint-Laurent. “Supimos que se habían agotado todos los espacios aéreos -huecos de agenda- disponibles para el aterrizaje de jets privados en los aeropuertos parisinos, porque estaban todos copados por clientes que acudían a nuestra venta”, explica la responsable de prensa en Christie’s Madrid, María García Yelo.
En octubre de 2004 tuvo lugar la primera subasta de Arte Español en Christie’s España. Una de las obras que procedían a subastarse había pertenecido a la misma familia durante varias generaciones, y el último propietario la consignó para la venta. “Durante la subasta le dio muchísima pena y empezó a pujar por su propio lote. Cuando nos dimos cuenta, tuvimos que advertirle de que no podía hacerlo”, aclara García Yelo, y cuenta que el disgusto fue “enorme”, aunque así son las reglas de la subasta pública.
Las subastas benéficas no están exentas de entrar en el anecdotario. ’50 Years os Glittering Gowns’ es la subasta que tuvo lugar el 18 de septiembre de 2003 en Londres y donde se subastaron vestidos de Dame Shirley Bassey. La venta fue organizada por Swarovski y Christie’s. La propia Shirley Bassey asistió a la subasta y cantó en directo el tema ‘Diamonds are forever’. La venta se convirtió en un “súper espectáculo”, según cuenta la responsable de prensa de Christie’s Madrid. El video es una buena prueba de ello.
EL HITO DE LAS AIR JORDAN
Además de las anécdotas, hay subastas que son históricas. Durante el confinamiento, la subasta online de las zapatillas originales de Michael Jordan. La casa Sotheby’s fijó el precio de salida entre los 100.000 y los 150.000 dólares. Finalmente, se remataron en 517.000 dólares. El momento de la subasta coincidía con el auge de la serie documental ‘El último baile’ de Netflix, lo que ha generado más interés entre el público general en la figura de Jordan, pero también entre los coleccionistas.
Así, este hecho apunta al cambio de tendencia en los objetos a subasta por un lado, y a la buena salud del mercado secundario por el otro. El interés de las casas de subastas va más allá de la pintura, las artes decorativas y las joyas; pues los objetos pertenecientes a personalidades toman más valor para los nuevos coleccionistas. En cualquier caso, los coleccionistas están dispuestos a pujar alto por las piezas a subasta en un mercado que experimenta nuevas tendencias.