sábado, 14 diciembre 2024

Lo que el Gobierno piensa, pero no dice, sobre los hackers rusos

Ha sido, sin lugar a dudas, uno de los elementos esenciales que han dado vida al procés independentista: la propaganda. Y ha sido, sin lugar a dudas también, uno de los flancos débiles del Gobierno de Mariano Rajoy, más ocupado en leer los editoriales de los periódicos de papel, que en atender a lo que se estaba cociendo en las redes sociales, en Internet, en las fuentes de información de las que beben la inmensa mayoría de los ciudadanos menores de 50 años –y mayores, también-.

En un mundo en el que la prensa escrita ha casi muerto y ha cedido su espacio a lo digital, preocuparse sólo de lo que cuentan editoriales que sólo leen unos pocos miles de personas –siendo generosos- indica el grado de alejamiento de la realidad en el que viven algunos. Mientras el Gobierno se ocupaba de eso, de leer editoriales, las redes ardían con falsas noticias, mentiras y auténticas barbaridades sobre la relación de España y Cataluña.

Ahora sabemos que la mayor parte de esa propaganda falsa y mentirosa provenía de cuentas de Internet alojadas en otros países. En concreto, un 55% estaban alojadas en Rusia, y un 30% en Venezuela que, realmente, lo que hacían era hacerse eco de lo que se publicaba en las cuentas rusas. Esto ya había pasado antes, en Inglaterra con el Brexit, en las elecciones francesas en apoyo a Le Pen, y en Estados Unidos en apoyo de Donald Trump, con bastante éxito.

¿Porqué también en España? “Porque lo que pretenden es desestabilizar la zona euro, y para eso se aprovechan de cualquier conflicto que surja en el seno de la UE”. Lo hubieran conseguido del todo si además de vencer el Brexit en Gran Bretaña, hubiera ganado Le Pen en Francia. Pero la victoria de Macrón evitó evitó el desastre. “Enseguida vieron la posibilidad de desestabilizar otro grande de la UE, y se lanzaron a por ello”, dicen fuentes de Moncloa.

Y, ¿quién está detrás? El Gobierno no lo dice abiertamente, pero lo que está investigando la UE es si el propio gobierno de Vladimir Putin se encuentra en el origen de algo que los expertos de Moncloa califican ya como “terrorismo informático”. “Es evidente –señalan- que una infraestructura de propaganda como esa tiene que tener un fuerte apoyo detrás, económico, y político, y ese agente no puede ser otro que el propio gobierno ruso”.


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