La familia Gallardo aterriza en el Ibex 35, aunque es una vieja conocida de la Bolsa española donde lleva 13 años cotizando. La empresa nació hace 77 años de la mano de Antonio Gallardo y sus hijos, Antonio y Jorge, se unieron más tarde al laboratorio farmacéutico. No fue hasta el fallecimiento de su padre, cuando se quedaron al frente de la compañía.
En estos años, Almirall se ha expandido por 21 países, enfocada en el desarrollo y la comercialización de productos farmacéuticos, entre los más conocidos está Ebastel, su tratamiento contra la alergia o Almax, para tratar las molestias producidas por el exceso de ácido gástrico.
Sin embargo, no fue hasta 2017, bajo la dirección de un nuevo equipo guiado por Peter Guenter, su actual consejero delegado, cuando la compañía catalana llevó a cabo una serie de cambios que han acelerado su crecimiento y con los que ha podido mostrar su solidez en los últimos meses.
EL SECRETO DE GUENTER
El secreto de Guenter no ha sido otro que reorientar su estrategia hacia la dermatología médica, es decir, desde hace tres años están centrados en potenciar productos para la salud de la piel. Según explica la compañía, este negocio está creciendo “de forma positiva” en Europa, tal y como como demuestran sus cuentas.
En concreto, la dermatología de prescripción representa cerca del 60% de los ingresos totales. Así, la compañía ha creado una “robusta franquicia” para combatir la psoriasis a través de dos medicamentos: Skilarence y Ilumetri, que están en proceso de comercialización por toda Europa, después del visto bueno de la Comisión Europea en 2018.
Aunque el mercado de la dermatología más grande del mundo está en Estados Unidos. Por ello, en agosto de 2018, Almirall compró a la multinacional estadounidense Allergan una cartera de cinco productos de su división de dermatología médica por el que pagó 561 millones de euros.
Se trata de productos para el acné y la dermatosis, entre ellos, Seysara que ya ha recibido la aprobación de la FDA, la autoridad sanitaria de Estados Unidos para comercializarla en el país. Almirall también se ha hecho con los derechos de licencia de Seysara para China, donde estiman que 13 millones de pacientes puedan ser tratados de acné (de moderado a grave) en 2028.
RESPALDADA EN BOLSA
Cada movimiento en la apuesta de Peter Guenter ha ido respaldada por los inversores en Bolsa. En 2017, las acciones de la compañía perdieron hasta un 44% pero tras la entrada del nuevo CEO en septiembre, sus títulos empezaron a remontar. Sin embargo, fue entre 2018 y 2019, cuando la empresa terminó de despegar, en esos dos años sumó más de un 70% e incluso llegó a superar los 3.000 millones de capitalización bursátil.
En lo que va de 2020, castigada como la mayoría de valores por la caída de los mercados tras la pandemia mundial, Almirall acumula una caída del 16%, aunque en su último viernes en el mercado continuo repuntó un 6%. La catalana arranca este lunes en el Ibex 35 valorada en algo más de 2.200 millones, superando en Bolsa a Ence o la hotelera Melía.
Los hermanos, Jorge y Antonio Gallardo son los máximos accionistas de la compañía, con casi el 60% del capital. En noviembre del año pasado se deshicieron de un 6,3%, con el objetivo de aumentar el capital flotante de la empresa por encima del 40%, según explicaron a la CNMV.
EL AÑO SANITARIO
Desde Almirall anunciaron a principio de año, en la presentación de las cuentas anuales, que este año su EBITDA caería, de manera que las previsiones del mercado para 2020 no eran de crecimiento sino de estabilización.
Pero en el inicio de la crisis sanitaria, coincidiendo con el inicio del confinamiento, se disparó la compra de medicinas, de manera que la farmacéutica superó las estimaciones del mercado cuando comunicó sus resultados del primer trimestre.
De enero a marzo, la catalana ha ganado 48,6 millones de euros, esto es un 62,5% más que en el mismo período del año anterior. Sus ingresos han subido un 6,5% hasta los 247,3 millones de euros y el beneficio bruto de explotación (EBITDA) ha alcanzado los 88,3 millones, con un incremento del 10,1%.
En general, las empresas relacionadas con el sector salud han estado en punto de mira de los inversores durante toda la pandemia, su actividad no ha parado (cosa que si ha ocurrido con la mayoría de sectores) y además se ha puesto en valor la importancia de invertir en investigación sanitaria tal y como hacen estas compañías.
Los analistas preveían que alguna farmacéutica entraría a formar parte del selectivo español, PharmaMar también estaba en las quinielas, pero el Comité del Ibex se decantó finalmente por Almirall. La empresa de la familia Gallardo sube un escalón en Bolsa y entra en el Ibex 35 este 22 de junio donde sustituirá a Mediaset, que se despide del principal selectivo después de 15 años.