Internet y las nuevas tecnologías han revolucionado nuestras vidas. En los últimos años, hemos asistido a la aparición de nuevos productos y servicios para empresas y particulares. Uno de los que ha cobrado un protagonismo especial es el de los préstamos rápidos, una excelente alternativa de financiación para conseguir dinero rápido y sencillo.
Los préstamos rápidos son, en la actualidad, la mejor solución para disponer de dinero rápido por Internet. Una posibilidad totalmente segura y real de elegir financiación en caso de emergencias económicas y de la que ya se vienen beneficiando miles de familias y empresas en nuestro país.
Los préstamos rápidos vs préstamos de la banca tradicional
Hasta hace poco más de una década, la única manera de solicitar un préstamo era acudiendo a una entidad bancaria. Sin embargo, ahora disponemos por medio de Internet de diversas entidades financieras que nos permiten obtener un crédito rápido y de la manera más sencilla.
Precisamente, esta es una de las grandes diferencias entre las entidades financieras de minicréditos y los bancos. La agilidad a la hora de llevar a cabo la tramitación del préstamo es máxima en los créditos online. Una vez que hemos rellenado nuestra solicitud y hemos indicado la cuantía que necesitamos, en apenas unos minutos podemos tener ya el dinero en nuestra cuenta.
Por otro lado, las entidades de minicréditos apenas requieren de papeleo para la concesión de un préstamo. A diferencia de los bancos, aquí no hay que hacer frente a costosos trámites administrativos. Una simple solicitud y unos datos personales y bancarios bastan para que nos puedan conceder un préstamo.
No obstante, según la entidad de préstamos rápidos Teleprestamos, todo dependerá de la cuantía de dinero solicitada. A veces es posible que nos pidan algún documento, pero no irá más allá de una copia del DNI, un justificante de residencia en España o una nómina. Pero, en la mayoría de los casos, no será necesaria la presentación de estos documentos, ya que simplemente con el acceso a la banca online a través de una herramienta de verificación de datos es suficiente.
Ventajas y beneficios de los préstamos rápidos
Los préstamos rápidos online se han convertido en la mejor alternativa de financiación a las entidades bancarias. No en vano, podemos conseguir la cantidad que deseamos en apenas unos minutos. Y, todo ello, de forma sencilla, sin dar explicaciones y sin tener que entregar ningún tipo de documentación.
El dinero estará en nuestra cuenta de forma rápida y sin necesidad de aval, papeleos ni burocracia. Pero además, tampoco tendremos que contratar servicios adicionales, algo que en ocasiones realizan los bancos para concedernos un préstamo. Un préstamo rápido, tal y como su nombre indica, es un crédito instantáneo.
A este tipo de financiación pueden acudir tanto particulares como empresas. Desde las familias que necesitan de liquidez para afrontar un gasto imprevisto, hasta autónomos y emprendedores que requieren de dinero para financiar un proyecto o empresas que andan buscando un modelo de financiación rápido y sencillo.
Hay muchas entidades de minicréditos que ofrecen la posibilidad de elegir la cuota de devolución que mejor nos convenga. Otras, en cambio, disponen de ofertas y promociones para atraer clientes, así como plazos de devolución más flexibles, prórrogas, etc.
La disponibilidad es uno de sus puntos fuertes, ya que es posible realizar la solicitud las 24 horas del día y los 7 días de la semana. Es posible hacerlo a través de cualquier dispositivo que esté conectado a Internet, ya que disponen de sitios web y aplicaciones para todo tipo de plataformas.
Sí es cierto que hay que prestar especial cuidado a los tipos de interés de estas entidades, ya que suelen ser mayores que las de los bancos. Esto es debido a que las cantidades y plazos de devolución son más pequeños y la aprobación se lleva a cabo en cuestión de minutos. Pero también hay que señalar que al ser cantidades menores, la devolución puede resultar mucho más factible.
Los préstamos rápidos no están regulados por el Banco de España, tal y como ocurre con las entidades financieras y bancarias de préstamos personales, por lo que han establecido un código de conducta y transparencia para dar seguridad a sus usuarios, indicando en todo momento lo que hay que pagar por el dinero prestado.
Cómo solicitar un préstamo rápido
Cómo solicitar un crédito online suele estar entre las preguntas más frecuentes que se hacen los usuarios. Sin embargo, el procedimiento es muy sencillo en todos los casos.
Lo único que tenemos que hacer es acceder a la web de la entidad de minicréditos, indicar la cantidad de dinero que deseamos y el plazo de devolución. A continuación, tendremos que rellenar una solicitud, en la que habrá que indicar nuestros datos personales y bancarios, y enviarla para su aprobación.
Por lo general, el estudio y aprobación de la solicitud de un préstamo rápido apenas dura unos minutos. Una vez nos hayan concedido el crédito online, la entidad nos envía el dinero a nuestra cuenta por medio de una transferencia bancaria. Así de rápido y sencillo.
Tal y como hemos comentado anteriormente, la verificación de los datos se realiza a través de herramientas online que permiten verificar los datos personales y bancarios de forma 100% online y sin enviar documentación alguna. En el caso de que no se aposible realizar dicha verificación, siempre es posible realizarlo mediante el método tradicional, es decir, enviando los documentos que la entidad financiera solicite por correo electrónico.
Dependiendo de la entidad a la que pidamos el préstamo, habrá que cumplir con más o menos requisitos. Pero en la mayoría de los casos, es un protocolo muy sencillo y cualquier persona mayor de 18 años, residente en España y con una cuenta en el banco puede solicitar un préstamo rápido.
En definitiva, los créditos online son un producto financiero en auge. Su sencillez y rapidez en la solicitud y la posibilidad de conseguir dinero rápido son razones más que suficientes para que hayan adquirido un protagonismo claro entre particulares y empresas de nuestro país. Nacieron durante la anterior crisis y se han hecho cada vez más conocidos, siendo un producto financiero en auge que sigue creciendo año tras año.