Viajar es una de las actividades que más placer reporta, el coronavirus y las limitaciones de movilidad no han hecho más que acrecentar las ganas de volver a salir y descubrir un nuevo destino. Aunque el sector turístico se está viendo seriamente afectado por esta crisis, paradójicamente, las ventas de cruceros fluviales no dejan de aumentar
El coronavirus, la crisis sanitaria el confinamiento, las fases de la desescalada… los ciudadanos sueñan con ver hecho realidad ese momento en que puedan ser de nuevo libres de moverse allá por donde quieran y descubrir nuevos espacios. Los cruceros, por el momento, son los que están viendo aumentada la cantidad de reserva con respecto a años anteriores.
El boom de la contratación de cruceros
Parece a priori contradictorio que, en medio de una pandemia global, como la que se está viviendo, donde uno de los sectores más perjudicados está siendo el turismo, la reserva de cruceros no deje de aumentar. Pero, reflexionando sobre la situación, no es de extrañar, existen varias razones para contratar un crucero justo en estos momentos.
Sobran las ganas
Así es, el primer motivo para viajar, para planear una escapada, decidir un destino es sentir ganas de hacerlo y, tras el confinamiento, más que un deseo es una necesidad para la salud física y mental.
Aunque todavía quede tiempo para llevarlo a cabo, los cruceros son ese tipo de viajes que se reservan con todo el tiempo de antelación posible. Ahora es un momento ideal para ir pensando en ello y así poder empezar a dejar volar la imaginación y disfrutar de lo que está por llegar. Esta es una particularidad de los viajes, que no solo se disfrutan cuando se realizan, sino mientras se preparan y contando los días hasta la salida.
Grandes ofertas en las reservas anticipadas
Esta es otra de las razones especialmente atractivas para contratar un crucero en estos momentos, pues las agencias especializadas, como CrucerosFluviales premian la venta anticipada con grandes descuentos. Esta compañía además es experta en cruceros fluviales, que tienen muchas ventajas sobre los marítimos, y tiene precios muy económicos para ese tipo de viajes.
Flexibilidad a la hora de cancelar
Por último, y debido a la época de incertidumbre que se está atravesando a nivel internacional, las agencias han flexibilizado su política de cancelación sin que esto origine gastos a los clientes. Es esencial que los viajeros puedan tener hoy día esa tranquilidad para contratar un viaje con tranquilidad y confianza.
En este sentido, la mayoría de las agencias han optado por políticas tan flexibles que contemplan la cancelación sin gastos hasta 48 horas antes de la salida del barco.
Veteranos en la seguridad
Otra característica que hace que los viajeros en estos momentos confíen precisamente en este tipo de viajes es que desde siempre han sido mucho mas cuidadosos con las medidas higiénico sanitarias que en otros paquetes vacaciones. Actualmente, además, se está trabajando en un protocolo conjunto para que se cumplan escrupulosamente las medidas de seguridad necesarias para viajar con tranquilidad en relación a posibles contactos a bordo de las mejores navieras.
Ventajas de los cruceros fluviales sobre los marítimos
Quizás la mayoría de la gente que piensa en un crucero su imaginación vuela hacia el clásico transatlántico. Pero, la experiencia dice que no hay nada comparable a un ambiente mucho más íntimo y familiar, como el que ofrecen los cruceros fluviales, con un trato mucho más cercano con el resto de pasajeros y la tripulación. De hecho, el que prueba este tipo de cruceros no suele cambiarlos por otro.
Sin masificación
Quizás sea una de las principales ventajas en los tiempos que corren, en los que se deben evitar las grandes aglomeraciones. Los barcos que navegan por los grandes ríos apenas llevan unos 200 pasajeros, mientras los marítimos superan fácilmente los 4.000, más otros tantos que llevan como parte de la tripulación. Esto produce el ambiente cercano y familiar que se ha comentado en el punto anterior y que tiene tanto encanto. Este tipo de relación permite que haya una mejor comunicación y convivencia con el resto de pasajeros, posibilitando el intercambio vivencias o participando conjuntamente en las distintas actividades a bordo.
Comidas servidas en la mesa
La mayoría de las comidas en los cruceros marítimos son tipo buffet, la única forma de conseguir dar de comer a tanta gente al mismo tiempo. En los cruceros fluviales, en cambio, las comidas y cenas son siempre en mesa y servidas por camareros, siendo la presentación y la calidad mucho mayor.
Escalas en las ciudades
La mayor parte de las escalas que se hacen en un crucero fluvial son en el centro de las ciudades y en los lugares más destacados del trayecto, como fortalezas, pequeñas ciudades con encanto, abadías… Los embarques y desembarques son procesos rápidos, sin trámites de pasaportes, o tener que coger un medio de transporte, como el autobús.
El desplazamiento para llegar al centro de la ciudad o a las zonas destacadas de monumentos se hace de forma rápida y directa, no como ocurre en los cruceros marítimos, que atracan en puertos alejados de los centros históricos.