La marca automovilística Audi ha ahorrado más de 350.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2) desde 2017 gracias a la implantación del ‘Circuito cerrado de aluminio’, que permite el reciclaje de restos de este material, que necesita de una gran cantidad de energía para ser producido.
En un comunicado, Audi ha explicado que desde 2017 su fábrica de Neckarsulm (Alemania) ha establecido esta medida, con la que los recortes de las láminas de aluminio sobrantes que se producen en la prensa de sus instalaciones se envían directamente al proveedor de este material.
«El gasto de energía para la reutilización del aluminio secundario es hasta un 95% menor que para la producción de aluminio primario», ha subrayado el director de Estrategia de Compras de Audi, Marco Philippi.
Solo en 2019, Audi evitó emitir cerca de 150.000 toneladas de C02 gracias a esta medida, dos tercios más que el año anterior. De esta manera, su fábrica de Ingolstadt también introdujo recientemente esta iniciativa y Györ planea instaurarlo el año que viene.
«El uso eficiente y económico de los recursos es tan importante para nosotros como la reducción de nuestras emisiones de CO2», ha destacado Philippi.