El secretario de Política Sindical de UGT, Gonzalo Pino, ha afirmado que es necesario legislar sobre el teletrabajo y asegura que se tienen que mantener los mismos derechos que tienen los trabajadores presenciales.
Así lo ha señalado Pino durante un encuentro con los medios celebrado este miércoles, en el que ha remarcado que el teletrabajo ha pasado de ser el 4% a afectar a casi 10 millones de personas en España.
Es por ello que ve necesario crear una norma sobre esta modalidad de trabajo «para que se den todas las garantías y no quede en manos de los empresarios esta fuente de derechos». El Gobierno tiene que legislar y crear una norma», ha hecho hincapié.
Pino ha criticado que el Gobierno haya sacado a consulta pública un proyecto de ley para el teletrabajo y ha remarcado que esta no es una modalidad de diálogo social y que desconocen lo que se recoge en el borrador, «porque no se ha enviado a los agentes sociales». Solo conocemos lo que dicen los medios de comunicación«, ha añadido.
Asimismo, ha afirmado que no le parece mal que el Gobierno haya acelerado en esta materia, pero «siempre que lo consulte con agentes sociales». «Parece que hay un pensamiento de que si se va rápido quizás se consiga el teletrabajo que hay en estos momentos», ha señalado Pino refiriéndose a una vez termine la situación de alarma por el coronavirus.
Para el sindicato, un teletrabajo «digno» es aquel que potencia la eficacia de conciliación de la vida familiar o personal y la laboral del trabajador, fomenta la igualdad, respeta los derechos de los trabajadores, protege la salud y seguridad, no carga sobre el trabajador los costes propios del puesto de trabajo (equipos, mantenimiento, redes o suministros, entre otros) e impide el abuso, las jornadas excesivas y asegura el derecho a la desconexión.
Asimismo, aboga por establecer una obligación empresarial de elaborar y aplicar un plan de teletrabajo, «previa negociación y acuerdo con los representantes de los trabajadores», incluir el teletrabajo preponderante, fijar un mínimo y un máximo de tiempo dedicado a realizar la prestación a distancia, no inferior a una jornada completa ni superior a los cuatro días.
JORNADA DE CUATRO DÍAS
Preguntado sobre la jornada de cuatro días, Pino ha explicado que existe una demanda por parte de los sindicatos europeos de reducir la jornada de trabajo. Por ello, cree que hay que ir en la dirección de reducir la jornada a cuatro días de trabajo a la semana.
UGT también ve necesario que obligatoriamente se refleje en el contrato de trabajo el lugar donde se desarrollará la actividad, que la empresa asuma la disposición y el mando de equipos informáticos, conexión y demás material necesario para la prestación de la actividad.
Asimismo, insta a que la empresa compense económicamente al trabajador por los gastos que genera el teletrabajo (luz, Internet, mobiliario, etc) y que se desarrolle de forma expresa el derecho a la desconexión digital y el registro de jornada para esta forma de organizar el trabajo.
Pino cree que cuando la patronal escuche las peticiones de los sindicatos «va a tener poco interés en el teletrabajo». «La patronal entiende que el teletrabajo es que todo va a costa del trabajador y nosotros ya hemos dicho que por ahí no vamos», ha remarcado.
El secretario de política sindical del sindicato ha pedido que se abra un espacio de trabajo en la negociación colectiva para proteger los derechos de trabajadores y ha insistido en que Gobierno debe crear la norma «para que los empresarios no sigan en esa situación feliz de tener las relaciones laborales por la reforma laboral en sus manos».
«Se tiene que corregir la situación, queremos hablar de teletrabajo. No es posible que las cosas vayan adelante sin acuerdo que deje claro que estamos en contra del telemando y no del teletrabajo, que es otra cosa», ha incidido.
Pino también ve necesario que, junto con la patronal en el marco del diálogo bipartito, se vaya pensando en las primeras reuniones de seguimiento del Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) para que se valore si se puede alcanzar un acuerdo de teletrabajo para trasladárselo al Gobierno y para trabajar ya en un próximo AENC en el que se desarrollen las relaciones laborales del futuro.