Los analistas y economistas de las gestoras de activos internacionales mantienen la cautela en sus pronósticos de la evolución de las Bolsas tras el rebote de las últimas semanas después de caer bruscamente en el primer trimestre, a pesar de que la pandemia del Covid-19 continúa.
«Creemos que todavía se necesitará un estímulo político grande y bien diseñado para convertir este rebote en una recuperación sostenida», ha señalado el economista jefe de Axa Investment Managers, Gilles Moëc.
Para Moëc, en el momento actual, los bruscos giros en la actividad económica «solo reflejan las reacciones mecánicas del lado de la oferta a los cambios en las restricciones aplicadas en el confinamiento» y aún es «demasiado pronto» para interpretarlos como indicios de que las economías está absorbiendo el choque de la pandemia.
«El apoyo sin precedentes de los bancos centrales ha permitido mitigar la incertidumbre y la renta variable se ha recuperado mejor de lo que se hubiera pensado. Sin embargo, al carecer de visibilidad real, los mercados solo están reflejan las tendencias actuales, sin ningún elemento de futuro», ha explicado el director de inversiones de Edmond de Rothschild AM, Benjamin Melman.
Por su parte, los analistas de Bank of America presagian que «lo peor ya ha pasado, pero aún quedan desafíos» y han destacado los retos que enfrentan las empresas más afectadas por las interrupciones de viaje y aquellas con problemas estructurales que se han exacerbado por esta crisis.
El escenario base para Axa IM es que para julio la mayoría de los impedimentos administrativos para la actividad económica sean eliminados, por lo que «el momento de la verdad bien podría llegar al final del verano, cuando la mayor parte del rebote mecánico esté hecha», según la gestora.
RIESGOS SIGNIFICATIVOS
Entre los riesgos más significativos a los que se enfrentan las empresas, Axa IM ha destacado la incertidumbre por la pandemia, con la posibilidad de una «segunda oleada» que, mientras no se disponga de una vacuna, deprimiría la inversión; una posible debilidad de la demanda mundial, ya que la actividad en el hemisferio sur podría verse aún afectada por la primera ola de la pandemia; así como un mayor nivel de deuda.
A estos riesgos, hay que añadir las tensiones entre China y Estados Unidos, que podrían cancelar la fase 1 de su acuerdo comercial, y las negociaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea, en tanto que «está aumentando seriamente el riesgo de un Brexit duro a finales de año», según el director de inversiones de Edmond de Rothschild AM.
Aunque el próximo período parece positivo, los riesgos no han desaparecido. «La gran envergadura de la crisis sanitaria, así como la incapacidad para hacer predicciones precisas, han acortado drásticamente los horizontes de inversión, obligando a los mercados a ser mucho más reactivos que proactivos», ha reiterado Melman.
«Nadie está aún en condiciones de decir, más allá de los efectos a corto plazo, cómo afectará esta crisis en última instancia al comportamiento financiero. Es más probable que haya más malas sorpresas que buenas», ha augurado el experto de Edmond de Rothschild AM.
MOTIVOS DE LAS SUBIDAS
Entre los motivos que justifican el buen funcionamiento de los mercados de valores en la últimas semanas, los expertos argumentan la confianza de que los bancos centrales mantendrán los tipos de interés «muy bajos durante mucho tiempo» así como los planes de financiación para las empresas garantizados por el Estado y facilidades de crédito.
Además, los inversores confían en que «si es necesario, los gobiernos y los bancos centrales irán aún más lejos en su plan de apoyo», ha explicado el jefe de investigación económica de Ostrum AM, Philippe Waechter.
«Este apetito por el riesgo ante la recesión más profunda desde la década de 1930 es bastante inusual, pero los mercados están motivados por el optimismo sobre la posible mejora económica en el futuro», destacan desde la gestora Allianz GI.
Las previsiones de Allianz GI no descartan «un aumento adicional en los precios de la renta variable», si bien señalan que «los inversores deben ser obrar con cautela y mantener una asignación neutral a medio plazo, a la vez que deberían estar preparados para aprovechar algunas oportunidades de manera selectiva».
MANTENER POSICIÓN NEUTRAL EN RENTA VARIABLE
«La renta variable ‘growth’, particularmente el sector tecnológico, puede beneficiarse del hecho de que el crecimiento es escaso en esta recesión actual y de la mayor demanda del sector digital en tiempos del Covid-19», ha detallado la gestora del grupo Allianz.
A largo plazo, el análisis de Allianz GI prefiere la renta variable a los bonos de bajo rendimiento para los inversores en busca de rentabilidad, a pesar de que los que buscan un «refugio seguro» han impulsado las valoraciones de la renta variable en los Estados Unidos, pero todavía las valoraciones son más moderadas en Europa y Asia.
A pesar del empujón de las Bolsas, la responsable de la estrategia de mercados globales de Natixis IM, Esty Dwek, recomienda «mantener la prudencia», con una «asignación neutral» en la renta variable en general, ya que «los riesgos continúan».
Por su parte, desde Edmond de Rothschild han revelado que su «movimiento táctico», ante la mejora y la liquidez a corto plazo, ha sido favorecer las acciones europeas frente a las de Estados Unidos.