El equipo de Supervivientes desplazado a Honduras no se vio afectado en ningún momento por el coronavirus. Sin embargo, la dirección del programa les advirtió de lo que sucedía en España pese a que ello pudiera cambiar el curso del reality. Algunos lloraron, otros simplemente mostraron preocupación. Supervivientes ha finalizado sin contratiempos en ese sentido, aunque ha sido al llegar a Madrid cuando Jorge Pérez y el resto de concursantes se han dado verdadera cuenta de la situación y de la imprudencia de algunos como Omar Montes.
Tras ser expulsados y antes de llegar al plató de Telecinco los Supervivientes han pasado una cuarentena. Los finalistas, tuvieron que abrazarse con sus familiares a través de un plástico. Imágenes de lo más curiosas que quien sabe si eran solo humo ante la pantalla. Al menos es lo que se puede intuir tras lo vivido en la noche del jueves.
Lara Álvarez y otros concursantes abrazaron a Jorge Pérez, mientras Omar Montes mantenía la distancia de seguridad. Es más, realizó un gesto cómico en plan «no pinto nada aquí» que hizo mucha gracia a la audiencia y fue comentado. Él era el encargado de otorgarle el premio al guardia civil, tras proclamarse campeón en la pasada edición.
Lo curioso, más allá de ese momento, es lo que pasó después, cuando todos creían que las cámaras habían dejado de grabar. Precisamente dos segundos después se cortó la imagen, pero ya era tarde. Se vio perfectamente como Jorge Pérez, pese a las dudas, se fundía en un abrazo con Omar Montes. Lo que no hicieron delante de las cámaras, lo hicieron fuera de ellas, o eso creían.
Gran parte de la audiencia ha mostrado su decepción por la distinta actitud de los protagonistas dentro y fuera de las cámaras. Otros, sin embargo, han justificado que mantenían la distancia de seguridad de cara a la concienciación social, pero que Omar Montes muy probablemente habría sido sometido a una prueba y habría dado negativo.