La actividad empresarial en la zona euro continuó deteriorándose durante el mes de mayo, a pesar del levantamiento progresivo de las restricciones, aunque el ritmo de caída se moderó sustancialmente respecto de los mínimos observados en abril, según refleja el índice compuesto de gerentes de compra (PMI), que subió a 31,9 puntos desde los 13,6 del mes anterior, que sitúa a España como el país más alejado de la recuperación entre las principales economías del euro.
Los datos a nivel nacional mostraron una mejora generalizada en las respectivas lecturas del índice PMI compuesto. Las cuatro economías más grandes de la zona euro experimentaron contracciones más lentas, aunque aún severas, de la actividad total.
«Italia registró el mejor resultado, seguida de Alemania y Francia. España siguió siendo el país con el peor resultado», señalaron los autores de la encuesta.
De este modo, en Italia la lectura del PMI compuesto de mayo subía a 33,9 puntos, su máximo en 3 meses, situándose por delante del nivel de 32,3 puntos correspondiente a Alemania, el más alto en dos meses, así como de los 32,1 puntos del PMI compuesto de Francia. En el caso de España, la lectura de mayo de este indicador adelantado se situó en 29,2 enteros, la más alta en tres meses.
A nivel general, el índice PMI del sector servicios de la eurozona alcanzó en mayo los 30,5 puntos tras su hundimiento en abril, cuando se situó en 12 enteros, mientras que el dato del sector manufacturero mejoró hasta los 39,4 puntos, frente a los 33,4 de abril.
«Se prevé que el PIB de la zona euro caerá a una tasa sin precedentes en el segundo trimestre, acompañado por el mayor aumento del desempleo observado en la historia de la zona euro», vaticinó Chris Williamson, economista jefe de IHS Markit, quien anticipó una contracción del PIB en 2020 del 9% y advirtió de que «la recuperación tardará varios años hasta alcanzar los niveles de actividad previos a la pandemia».
A este respecto, el experto apuntó que, siempre que no haya un resurgimiento en los contagios, la desescalada planificada de los confinamientos inevitablemente ayudará a impulsar aún más la actividad empresarial y la confianza en los próximos meses.
No obstante, Williamson subrayó que las perspectivas están erosionadas por la posibilidad de que la demanda se mantenga débil debido a que el gasto de los hogares se vea afectado negativamente por los altos niveles de desempleo y que los gastos corporativos se vean reducidos a medida que las empresas intentan sanear sus balances.