La demanda eléctrica nacional cayó en mayo un 13,1%, frente al mismo mes del año pasado, hasta los 18.366 gigavatios hora (GWh), en el segundo mes completo bajo el estado de alarma con motivo del Covid-19, que ha supuesto también el inicio de la desescalada y, por consiguiente, un ligero incremento de la actividad económica, según datos de Red Eléctrica de España (REE).
Si se tienen en cuenta los efectos del calendario y las temperaturas, la cifra es un 13,6% menor con respecto a mayo del año pasado. Este descenso es algo menor al registrado el pasado abril, el mes en el que se adoptaron las medidas más restrictivas para contener la pandemia, cuando la demanda nacional fue de 17.003 GWh, es decir, un 17,8% inferior a la registrada en el mismo mes del año anterior.
En los cinco primeros meses de este año, la demanda se estima en 101.010 GWh, un 7,8% menos que en el 2019. En este caso, una vez corregida la influencia del calendario y las temperaturas, la demanda es un 7,7% inferior a la registrada en el mismo periodo del año anterior.
En el pasado mes de mayo y según datos estimados a día de hoy, la generación procedente de fuentes de energía renovable representó el 52,5% de la producción. De enero a mayo, la generación renovable alcanza el 46,6% del balance eléctrico total.
TERCER MES CON MAYOR GENERACIÓN RENOVABLE
Así, el mes de mayo ha sido el tercer mes en la última década en alcanzar la mayor tasa de generación renovable, tan solo por detrás de la registrada en febrero de 2014 (55,7%) y en marzo de 2018 (54,7%). En mayo, el 70,8% de la producción eléctrica procedió de tecnologías que no emiten CO2 equivalente.
Mientras, la producción de origen eólico en mayo alcanzó los 3.968 GWh, lo que supone un 15,2% menos que la del mismo periodo del año pasado, y supuso el 21,9% de la producción nacional.
En lo que se refiere al sistema eléctrico peninsular, el descenso de la demanda en mayo fue del 12,5% frente al mismo mes de 2019, alcanzando los 17.417 GWh. Si se tienen en cuenta los efectos del calendario y las temperaturas, la demanda fue un 13 % menor.
En los cinco primeros meses de 2020, la demanda de energía eléctrica en la Península se estima en 95.655 GWh, un 7,7% menos que en el 2019. En este caso, una vez corregida la influencia del calendario y las temperaturas, la demanda es un 7,6% inferior a la registrada en el mismo periodo del año anterior.
Durante este mes, y según datos estimados a día de hoy, el 54,5% de la generación peninsular fue de origen renovable y el 73,8% procedió de tecnologías que no emiten CO2 equivalente. Por su parte, la eólica registró 3.894 GWh, un 15% inferior a la de mayo del año pasado, y aportó el 22,6% al ‘mix’.
DESPLOMES DEL 31,3% Y DEL 18,8% EN BALEARES Y CANARIAS
En lo que se refiere a los territorios insulares, en Baleares la demanda de energía eléctrica en mayo se estima en 327.927 megavatios hora (MWh), un 31,3% inferior a la registrada en el mismo mes del año anterior. Si se tienen en cuenta los efectos del calendario y las temperaturas, la cifra disminuye un 32,6% con respecto a mayo de 2019.
En los primeros cinco meses del año, la demanda balear se estima en 1,912 millones de MWh, un 15,1% menos que en el 2019.
El ciclo combinado, con un 77,2% del total, fue la primera fuente de generación eléctrica de Baleares, en donde las tecnologías renovables y que no emiten CO2 equivalente representaron un 7,6%. Por quinto mes consecutivo, el carbón no produjo ningún MWh en el sistema eléctrico balear.
Por su parte, en el archipiélago canario la demanda de electricidad se estima en 588.254 MWh, un 18,8% inferior a la registrada en mayo del 2019. Si se tienen en cuenta los efectos del calendario y las temperaturas, la cifra disminuye un 18,5% con respecto al mismo mes del año anterior.
En lo que va de 2020, la demanda en Canarias se estima en 3,280 millones de MWh y desciende un 8,8% respecto al mismo periodo del año anterior.
En el mes de mayo, y según datos estimados, el ciclo combinado fue también la tecnología líder en el ‘mix’ de generación canario, con una aportación del 39,9%. Las renovables y tecnologías sin emisiones representaron el 16,8% de la generación canaria.
