El presidente de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), Eduardo Abad, cree que para afrontar la transformación de la economía y del trabajo autónomo tras el coronavirus se debe digitalizar el comercio de proximidad.
Así lo ha señalado en un informe realizado por la organización, donde también ve necesario regular el teletrabajo o llevar a cabo una estructuración sectorial de la economía digital.
«Desde nuestra organización proponemos acciones para reconstruir la economía y transformar a nuestro colectivo, que necesita una verdadera reconversión, si damos la espalda a esta realidad, el trabajo autónomo tal como lo conocemos, desaparecerá», ha señalado.
EL ANTÍDOTO
UPTA ha dejado claro que la transformación de los negocios es el «antídoto» para paliar la situación, ya que cree que «de nada servirá volver a la normalidad si antes no se han tomado decisiones transcendentales a la hora de gestionar la actividad económica que desarrollamos».
Para ello, ve imprescindible superar la brecha tecnológica, sobre todo en los pequeños negocios, antes de avanzar en los procesos de digitaliación más complejos. Debemos superar cuestiones básicas de comunicación y gestión en nuestros negocios, porque si no es así, no estaremos preparados para las siguientes etapas», ha remarcado, tras apuntar que «la alfabetización informática es primordial para avanzar en la transformación de los procesos comerciales y de gestión empresarial.
De hecho, ha apuntado que la venta de productos o servicios ‘online’ no se podrá hacer si previamente no se han digitalizado aspectos relacionados con la gestión del negocio, como son la facturación o la gestión fiscal.
AYUDAS PARA LA BRECHA DIGITAL
Para la organización, es necesario que la administración ponga en marcha ayudas destinadas a minimizar la brecha digital del colectivo de trabajadores por cuenta propia mediante colaboración público-privada.
Por lo que, aboga por ayudas para la adquisición de ordenadores, de sistemas de videoconferencias, de software ‘ofimático’, de elementos de seguridad informática y de protección de datos, para la compra de software específicos para el desempeño de la actividad o para contratar servicios de alojamiento en la nube.
También ve necesario ayudas para implementar herramientas organizativas, para formar y adquirir competencias de gestores de productos y servicios digitales, para fomentar la formación, pero también para asesorar a autónomos para hacer una renovación de su negocio o para que este colectivo se familiarice con el marketing digital o las redes sociales.
Respecto al teletrabajo, ha apuntado que las herramientas con las que cuentan los trabajadores y la mayoría de los empresarios «no son las más adecuadas», los programas de atención al público y valoración de resultados están «claramente obsoletos» y que, «por supuesto, la legislación actual no permite un teletrabajo adecuado, protegido, pero al mismo tiempo suficientemente flexible».
Por ello, ve necesario que se establezcan líneas específicas de ayudas para la adaptación tecnológica de las empresas, enfocadas a una reconversión del modelo productivo y una efectiva reindustrialización, así como a favorecer la generalización de los nuevos sistemas de teletrabajo.