El grupo de Los Verdes del Parlamento Europeo creen que vincular el acceso a los fondos plan europeo de recuperación al cumplimiento de condiciones relacionadas con la transición climática puede ser el punto de encuentro entre los países del norte y del sur del bloque, los dos grandes frentes en la futura negociación sobre el frente de reconstrucción.
Así lo han expresado los dos copresidentes de los ecologistas en la Eurocámara, la alemana Ska Keller y el belga Philippe Lamberts en una rueda de prensa telemática horas antes de que la jefa del Ejecutivo comunitario presente ante el Hemiciclo su propuesta para el plan de recuperación y el presupuesto de la UE en el periodo 2021-2027.
«No hablamos de las reformas neoliberales de oferta de los últimos 20 años. Creemos que es absolutamente clave la condicionalidad sobre la transición climática. (…) Si podemos garantizar que el dinero del fondo será canalizado para financiar proyectos de interés común, tenemos un espacio en el que pueden comprometerse incluso los cuatro frugales’, ha dicho Lamberts en referencia a Países Bajos, Austria, Suecia y Dinamarca.
En la misma línea, Keller ha pedido «aprender de otras crisis» del pasado y ha defendido que la UE no debería exigir políticas de austeridad a cambio de los fondos del plan europeo de reconstrucción, sino a «inversiones orientadas hacia el futuro»: «Para nosotros es muy importante que no se ignore la cuestión climática».
Los copresidentes de Los Verdes en el Parlamento Europeo han recalcado que la propuesta de Von der Leyen irá «en la dirección correcta» pero les «preocupan» algunas cuestiones. Una de ellas será el hecho de que gran parte del fondo esté vinculado al Semestre Europeo, un procedimiento económico en el que la Eurocámara no juega ningún papel.
Keller también ha destacado la importancia de que la mayoría del dinero se traslade a los gobiernos en forma de subsidios y no de préstamos a devolver, en línea con las pretensiones de países como España.
«Vemos un vaso medio lleno», ha explicad Lamberts, quien confía en que Bruselas apoye su propuesta en las líneas pactadas por Angela Merkel y Emmanuel Macron. El belga, a falta de conocer los detalles, ha subrayado que «se empieza a hablar de cifras con una relevancia macroeconómica» que no existía hasta ahora.
«Todavía no es una Unión Fiscal porque estará limitado en el tiempo y en tamaño, pero crea un precedente muy importante. Si queremos convertirlo en algo estructural, tenemos mucho trabajo por hacer», ha zanjado.