La alianza automovilística Renault-Nissan-Mitsubishi ha presentado este miércoles su nueva estructura operativa que contempla ceder el liderazgo en cada región a una de sus marcas, que, a su vez, también será la referencia en cada familia de modelos, mientras que las otras seguirán la senda marcada.
El nuevo modelo de negocio de la alianza franconipona busca establecer nuevas formas de colaboración entre las enseñas del consorcio y también reforzar la competitividad, al tiempo que se reducen costes y aumenta la eficiencia.
A través de este modelo de liderazgo, Renault-Nissan-Mitsubishi ha dividido en regiones sus operaciones mundiales, con el fin de que cada una de las compañías centre su operativa en su región de referencia y que sirva de guía para el resto en dicha zona.
RENAULT SERÁ LA REFERENCIA EN EUROPA
Bajo este esquema, la marca referencia en China, Norteamérica y Japón será Nissan, mientras que Renault liderará en Europa, Sudamérica, Rusia y Norte de África. En este reparto, Mitsubishi se queda como ‘benchmark’ en Oceanía y sudeste asiático.
El presidente de Renault-Nissan-Mitsubishi, Jean-Dominique Senard, afirmó que la alianza es una asociación estratégica y operativa «única en el mundo del automóvil», que aporta ventajas en un entorno de constante cambio.
«El nuevo modelo de negocio permitirá a la alianza sacar el máximo partido de los activos y las capacidades de cada empresa. Las tres compañías de la alianza cubrirán todos los segmentos y tecnologías de vehículos, en todas las geografías, en beneficio de cada cliente, al tiempo que aumentan su competitividad respectiva, rentabilidad sostenible y responsabilidad social y ambiental», explicó.
LÍDER-SEGUIDOR
A través de esta reorganización del negocio, las firmas que conforman la alianza aplicarán el esquema ‘líder-seguidor’, a través del que se designa a una empresa que encabeza un proyecto y en el que las otras se suman. Esta medida permitirá reducir un 40% las inversiones necesarias para el lanzamiento de nuevos vehículos.
Así, se reforzarán las medidas de estandarización en la alianza en todas las áreas, al tiempo que en cada segmento de producto se establecerá un vehículo matriz que contará con ‘hermanos’ de otras marcas desarrollados por la enseña líder. El objetivo es que estos modelos matriz se desarrollen de la forma más competitiva y eficiente, tal y como ya se está haciendo en el segmento de vehículos comerciales.
De esta forma, Nissan encabezará la renovación de la gama todocamino del segmento C a partir de 2025, mientras que Renault hará lo propio con la actualización de los todocaminos del segmento B en Europa.
En América Latina, las plataformas de productos B se racionalizarán, evolucionando de cuatro variantes a una sola para los productos Renault y Nissan. Esta plataforma se producirá en dos plantas, cada una de las cuales fabricará tanto para Renault como para Nissan.
Por su parte, los miembros de la alianza buscarán oportunidades de colaboración en la zona del sudeste asiático, como la que llevan a cabo Mitsubishi y Nissan en el segmento de los vehículos urbanos denominados ‘kei cars’.
Mediante esta estrategia de desarrollo de producto basada en una marca líder a las que las otras siguen, la previsión es que para 2025 cerca de la mitad de los modelos se desarrollará y fabricará aplicando este esquema.
NISSAN LIDERARÁ LA CONDUCCIÓN AUTÓNOMA DE LA ALIANZA
Este modelo negocio ‘líder seguidor’ se aplicará también en el desarrollo de las plataformas y de los sistemas de propulsión, de forma que Nissan liderará la conducción autónoma, y Renault lo hará en lo referente a la arquitectura de vehículos electrificados.
Además, Renault será la ‘capitana’ de las tecnologías de los vehículos conectados con la plataforma basada en Android, al tiempo que Nissan hará lo propio en China. En cuanto a los motores electrificados, el segmento A y B lo dirigirá Renault y Nissan las variantes EV.
En el campo de la tecnología híbrida enchufable, Mitsubishi será la responsable para el resto de marcas de la alianza, que afirmó que este nuevo modelo de negocio permitirá a las compañías «sacar el máximo partido» de su experiencia y competitividad y reforzar la colaboración entre ellas.