En la primera gran semana de presentación de resultados –equivalentes al tercer trimestre- las miradas se centran en tres: Banco Santander, Telefónica y Grupo DIA. No son los únicos, pero son los que más incógnitas levantan en cuanto a las cifras que presentarán. En la ecuación aparece un cuarto en discordia, Banco Sabadell, aunque no tanto por sus cifras sino por todo lo que rodea a la firma en el tema catalán.
Las necesidades a las que se enfrentan son distintas para los tres. En el caso del Banco Santander, más allá de resolver dudas por la marcha de su negocio –que progresa adecuadamente- la revelación vendrá por los datos que siga aportando tras la absorción del Banco Popular. El equipo de José Antonio Álvarez deberá responder a una serie de cuestiones, cuatro meses después de la adquisición del Popular.
En primer lugar, la pregunta más importante es el volumen de depósitos recuperados en estos meses por la firma. En la presentación de los resultados del segundo trimestre, Álvarez confirmó que en apenas un mes se habían recuperado un 30% de los depósitos perdidos por el Popular. Esto es, cerca de 6.500 millones de los más de 20.000 millones perdidos meses atrás, es decir que más de 13.500 millones todavía están fuera de él. Una cifra muy importante y que Banco Santander debería recuperar lo más rápido posible para no sufrir en los ratios de capital de calidad.
En segundo lugar, deberá explicar al menos dos ratios más de especial importancia. El número de pymes que han vuelto a trabajar y confiar en el Popular. Junto a la evolución de la tasa de morosidad que está por las nubes en el banco participado, por encima del 20%, y que eleva el de todo el grupo al 5,4%.
Por último, aunque en menor medida dos cuestiones que Álvarez despachará con soltura y diplomacia sin añadir nada sobre el tema. El número de litigios abiertos y su evolución por el tema de la liquidación del Popular. Además, de avanzar datos o ideas sobre la reestructuración en forma de trabajadores y oficinas que llevará a cabo el gigante bancario tras la absorción del Popular.
En cuanto a los datos puros, Banco Santander ha tenido muy buenos registros en crecimiento de negocio. Con subidas de hasta dos dígitos, no en euros constantes, en margen de intereses y comisiones por lo que se espera un crecimiento en ambos más moderado por el efecto estacional, época veraniega. Además, la firma prevé seguir reduciendo costes como parte de su estrategia en los últimos años. Por último, importante también los datos de la cuenta 1,2 y 3 y de clientes digitales, sus dos grandes objetivos.
Telefónica sigue en la cuerda floja
Las cifras del gigante de las telecomunicaciones han sido engañosas a lo largo de 2017. En cuanto a cifras absolutas la evolución del grupo ha sido positiva: los ingresos crecen, el beneficio operativo antes de depreciaciones y amortizaciones –OIBDA- que utiliza Telefónica también ha crecido en este 2017 y la deuda se ha reducido –marginalmente- pero se ha reducido.
El problema es cuando se destripan las cifras absolutas, entonces los datos generan bastantes más dudas. En primer lugar, la pérdida de fuerza en el negocio español. En el primer trimestre, su cifra de negocios en España cayó un 2,6% y en el segundo un 2%. Además, el OIBDA se redujo un decepcionante 5%. En sí, la pérdida de negocio en territorio español es un problema para la firma, pero ese lastre se acentúa al comprobar que recula en un momento de expansión económica. Además, sus cifras en otros países europeos también son preocupante: en Alemania pierde un 4% de negocio y en el Reino Unido hasta un 7,5%.
Las cuentas las maquillan sus resultados en América Latina, en especial las buenas cifras de Brasil. De hecho, en el país brasileño la cifra de ingresos creció un 21,8% y en el resto de países cerca de un 7%.
Más allá de la debilidad en España, la lupa seguirá estando en su alto volumen de deuda y como hace el grupo para rebajarla. Se trata de un tema capital por una sola razón: si con liquidez ilimitada en el mercado y con los tipos más bajos en décadas, te penaliza tanto el endeudamiento solo significa que es monstruoso. Los casi 50.000 millones siguen siendo una losa demasiado pesada para que el grupo despegue.
Grupo DIA, cita con el precipicio
La firma de distribución es una de las más apremiadas en presentar buenas cifras del mercado. Las dudas generadas en 2016, con aluvión de demandas de sus franquiciados incluido, no se han disipado en 2017 pese a la ligera evolución al alza en los dos primeros trimestres. Aunque en España, sigue mostrando demasiada debilidad al perder cerca de un 4% de sus ventas en los seis primeros meses.
Los expertos son unánimes con la compañía dirigida por Ana María Llopis, unos resultados negativos podrían deprimir todavía más el valor en bolsa. Hasta el momento, el mercado ya ha descontado una caída de hasta el 17% desde mediados de septiembre. Además, los bajistas ya han empezado a oler la sangre. El último en sumarse ha sido el gigante Blackrock que ha aumentado su presión bajista sobre el valor un 23%. Por el momento, la acción flirtea con los 4,3 euros pero el precipicio lo tiene muy cercano, en los 4,2 euros, si cae por debajo puede entrar en una espiral bajista demoledora. El precipicio está demasiado cerca.