Hay una falsa apariencia de unidad en el bloque constitucionalista. Sí, es cierto que el Gobierno ha sacado adelante la aplicación del 155 con el apoyo de Pedro Sánchez y que si no ocurre nada que lo remedie –que Puigdemont de marcha atrás y convoque elecciones- el viernes el Senado lo aprobará definitivamente con una amplísima mayoría que sumará entorno al 80% del Pleno. Pero no se engañen: esto no le gusta a nadie.
No le gusta al PP. Mariano Rajoy no quería aplicar el 155, pero en lugar de hacer algo para evitarlo se limitó a confiar en la acción de la Justicia y en que eso convenciera a Puigdemont para no llegar hasta el final. El problema es que aquí los únicos que no tienen nada que perder son, precisamente, los nacionalistas, y era lógico que una vez superados todos los límites y vulnerado todas las leyes posibles siguieran adelante.
Pero al que menos le gusta es al PSOE. “Nos hemos visto obligados. No podíamos hacer otra cosas y esto nos está pasando una desagradable factura interna”, señalan fuentes de este partido en referencia a las disensiones internas y la posibilidad de perder ayuntamientos importantes en Cataluña. “El PP no tiene ese problema, porque nadie cuestiona la decisión de Rajoy, pero en nuestras filas esto ha causado un gran malestar”.
Y lo que le reprocha el PSOE a Rajoy es que “haya permitido que todo esto llegará hasta un punto en el que nos hemos visto obligados a apoyar una medida tan excepcional como la aplicación del 155, y es algo que podía haber evitado a tiempo si Rajoy hubiera puesto algo de su parte, cosa que no ha hecho”, señalan estas fuentes. No, no están nada contentos en Ferraz, y se la tienen “guardada” a Mariano Rajoy para hacerle pagar esa factura en el momento oportuno.
“Esto tendrá consecuencias”, dicen estas fuentes. Por ahora el PSOE va a seguir apoyando al PP en la tramitación y en la aplicación del 155, “porque hay un compromiso para hacerlo hasta que se convoquen elecciones autonómicas”. Pero en el momento en el que el conflicto con Cataluña se vaya normalizando y deje de ocupar toda la atención política, “vamos a redoblar nuestra labor de oposición”, y no es descartable que el PSOE le pida explicaciones a Rajoy en el Congreso.