Adif ultima el lanzamiento del concurso público por el que seleccionará a un socio para su proyecto de desplegar una red de puntos de recarga de coches eléctricos por todo el país aprovechando la energía sobrante del ferrocarril, las denominadas ferrolineras.
La compañía pública está «terminando de redactar» el pliego de licitación del proceso, con la confianza de poderlo lanzar en uno o dos meses.
Adif planteará el sistema de selección de una forma abierta y mediante una especie de puja, según indicaron en fuentes de la empresa promotora y gestora del ferrocarril.
En concreto, sacará a concurso el proyecto detallando los puntos mínimos y básicos de recarga que considera se deben instalar. A partir de ahí, dará opción a que las empresas interesadas planteen propuestas que lo mejoren aumentando el número de ‘ferrolineras’ a colocar.
Las distintas opciones de puntos de recarga adicionales que planteen las compañías sumarán puntos de cara a resultar adjudicatario y convertirse en el socio de Adif en el proyecto, según detallaron a Europa Press dichas fuentes.
El proyecto consiste en desplegar puntos de recarga para el coche eléctrico por todo el país, fundamentalmente por la red de carreteras, pero también en las alrededor de 1.500 estaciones de tren.
Su ubicación vendrá determinada por los lugares en que se cruzan o discurren próximas las vías de tren, tanto las convencionales como las del AVE, y las carreteras, si bien Adif considera que las posibilidades son muy numerosas dada la capilaridad de la red ferroviaria.
En virtud de su alianza con una empresa privada, Adif aportará el sistema que ya tiene patentado y probado para aprovechar la energía sobrante de las líneas de tren para traspasarla a un punto de recarga. De su lado, la compañía privada contribuirá con las correspondientes instalaciones y su mantenimiento y explotación.
El despliegue no requiere mayor coste y obra que el de fabricar e instalar el cargador y engancharlo a la red ferroviaria.
EL TREN, AL RESCATE DEL COCHE ELÉCTRICO.
Adif considera que se trata de un proyecto relevante y transversal por su aportación a la sostenibilidad y al desarrollo del coche eléctrico, que precisamente tiene en la falta de puntos de recarga uno de los principales obstáculos.
El sector automovilístico cifra en unos 300.000 los puntos de carga que se requieren en diez años para la generalización de este tipo de vehículos en España, unos 800.000 a más largo plazo.
Además, en la actual coyuntura de crisis, se plantea como una contribución y «palanca» para la recuperación económica.
Según fuentes de la compañía que preside Isabel Pardo de Vera, son muchas las compañías que han mostrado su interés por su plan de ferrolineras con el que se «extiende la sostenibilidad del transporte ferroviario hasta donde el tren no llega».
Por ello, y dado que la energía que suministraría no tiene coste, Adif contempla este plan más como una iniciativa de responsabilidad social y de vertebración territorial que como una nueva fuente adicional de ingresos.