El último estudio de JP Morgan AM sobre los ahorradores españoles destaca que la irrupción de la crisis sanitaria y económica a finales del primer trimestre de 2020 da pistas de un posible cambio en las tendencias de ahorro e inversión en España. Sin embargo, hay cosas que se mantienen.
A la hora de buscar consejo sobre decisiones financieras, el asesor del banco se consolida como fuente a la que acudir en busca de información y consejo. Un 38,4% afirmaba hacerlo en el último trimestre de 2019, pero ahora la cifra sube al 42%.
De lejos, el instrumento de ahorro predominante es el depósito bancario. Prácticamente nueve de cada diez españoles siguen teniendo dinero en al menos uno a pesar del entorno persistente de tipos de interés negativos en la eurozona.
El problema es que cada vez son menos bancos los que lo ofrecen. El Banco Santander, CaixaBank, Bankia, Liberbank y Kutxabank dejaron de venderlos hace tiempo y el último en abandonar el barco ha sido ING.
Además, la mayoría de entidades cobra a los clientes institucionales y grandes compañías por sus depósitos y otros no descartan cobrar a particulares. Los depósitos bancarios fueron rentables hasta 2008, en ese momento los bancos llegaron a abonar por el ahorro hasta el 5%. Pero con la bajada progresiva de tipos de interés la oferta se ha ido reduciendo y son pocos los bancos que siguen vendiendo este producto, sobre todo porque el Banco Central Europeo les penaliza por colocar sus excedentes.
AÚN NO HAY CONFIANZA EN LA APP
El estudio también revela que los españoles prefieren acudir a amigos y familiares para encontrar consejo a la hora de invertir (lo hace un 23,3%) antes que buscar por su cuenta información en páginas webs de inversión (6,9%) o hacerlo a través de la aplicación móvil del banco (6,8%).
Respecto las opciones para invertir, por detrás de los depósitos se encuentran los planes de pensiones, que está presente en las carteras del 42,3% de los españoles. La cifra de personas que se lanza a comprar acciones en España aún es baja. Solo lo hace uno de cada cuatro (26,5%) al igual que en fondos de inversión (25,2%).
Sin embargo, la inversión en acciones se ha incrementado un 4,5% respecto al último trimestre de 2019, y la inversión directa en renta fija (letras del Tesoro, bonos soberanos y corporativos) otro 2,2%, hasta el 7,4%.
Y cuando se pregunta a los encuestados por sus previsiones para los próximos seis meses, la intención de invertir en fondos de inversión sube un 2,7%, hasta el 16,5% de encuestados, mientras que la intención de comprar acciones se incrementa un 2,3%, hasta el 13,8% del total.
AHORRO IMPROVISADO
Otra de las conclusiones que deja este estudio de la gestora es la falta de planificación y previsión de los españoles, pues cerca de la mitad afirma que ahorra o invierte de manera improvisada, dependiendo de las circunstancias.
Un 30,3% admite ahorrar o invertir únicamente en aquellos momentos en los que tienen una cantidad de dinero acumulada, mientras que otro 15,3% indica que las aportaciones que realizan a productos de ahorro o inversión se producen únicamente cuando ven “una buena oportunidad, con independencia del momento”.
Hay un segundo bloque de españoles que tratan de ahorrar o invertir todos los años de una manera más o menos organizada, pero intuitiva. Así, un 18,4% de encuestados afirma que ahorra o invierte de manera periódica, pero sin ninguna planificación previa. Y un 15,1% declara que suele ahorrar o invertir todos los años una cantidad que puede ser fija o variable, pero sin ninguna planificación
Y CADA VEZ MÁS
Aunque solo el 16,5% declara marcarse objetivos financieros y planificar un esquema de ahorro e inversión para conseguirlos, la tendencia va mejorando, pues la proporción de personas que lo hace mejora desde el último trimestre.
Esto da “margen” para mejorar la educación financiera de los españoles y que estos adopten hábitos de ahorro e inversión más organizados y adaptados a sus necesidades dentro de un horizonte temporal adecuado, destacan desde JP Morgan AM.
Paralelamente, a lo largo del trimestre se ha observado un aumento de aquellos inversores con un perfil más cauto, y que tienen como principal objetivo no perder dinero, hasta alcanzar un 43,9% del total.
Mientras que baja la proporción de los que tienen un perfil de riesgo moderado, los que quieren obtener una rentabilidad algo inferior a cambio de cierta seguridad. Este grupo pierde un punto, hasta el 30%. Por su parte, la proporción de inversores arriesgados, los que buscan la máxima rentabilidad, se mantiene en el 26,1%.
El estudio concluye que la evolución de los tipos de interés y el Euribor son los factores que más tienen en cuenta los españoles que invierten, sin embargo tras el vuelco que dieron las Bolsas durante el primer trimestre del año y especialmente durante el mes de marzo, a raíz de la crisis provocada por el coronavirus, la atención a la evolución de los mercados ha ganado preponderancia.