Resolver la falta de perfiles y competencias digitales en España y afrontar así el déficit de talento digital al que se enfrenta el país en los últimos años permitiría crear un 15% más de empleo especializado y, a su vez, aportar al año más de 360 millones de euros a la economía española solo en el sector de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).
Así se recoge el estudio ‘Empleabilidad y Talento Digital 2019’ elaborado por la Fundación Vass y la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y en el que han participado expertos de 50 compañías e instituciones significativas del sector TIC y cerca de mil estudiantes de últimos cursos de ingenierías de Telecomunicaciones e Informática de 19 universidades con presencia en 42 provincias españolas.
El director de la Fundación Vass y responsable del estudio, Antonio Rueda, ha añadido que resolver el déficit digital en España también tendría otras consecuencias de manera más indirecta, como son una mayor recaudación fiscal, superior a los 100 millones de euros anuales, o el crecimiento de la productividad del tejido empresarial.
Por otro lado, la segunda edición de este informe también indica que España es el país europeo donde más ha crecido el número de empresas que ofrecen trabajo a especialistas TIC en los últimos siete años, ya que hasta 160.000 empresas precisan incorporar estos perfiles actualmente.
Sin embargo, los jóvenes que anualmente salen al mercado laboral procedentes de este tipo de formaciones, ya sean universitarias o de formación profesional, son solo 25.000. Esto significa que, por cada recién titulado, hay más de seis empresas empleadoras optando por ese mismo perfil profesional.
El informe señala que esta escasez de perfiles digitales se produce por la conjunción de dos realidades. Por un lado, hay un gran número de empresas que necesitan reclutar especialistas TIC aunque no sean organizaciones de base tecnológica, como refleja que en 2019 el 47% de las grandes empresas españolas y el 11% de las pymes demandaron estos servicios para poder acometer sus procesos de transformación digital.
Por otro, apunta que, a pesar de que desde el curso 2015-16 el número de matriculados en las ramas informáticas ha crecido un 16,5%, la cifra de egresados (6.224 en 2018, último dato disponible) es «a todas luces insuficiente para cubrir las necesidades empresariales».
«Esto, sumado a que la intensidad con que se prevé que las empresas europeas y españolas demanden más perfiles técnicos para cubrir sus necesidades de digitalización experimentará una evolución ascendente, hará que la situación se agrave», ha incidido Rueda, para quien el contexto actual generado por el coronavirus también influirá en esta realidad.
«Las organizaciones que han reforzado sus procesos digitales se han adaptado mejor al nuevo entorno generado por la crisis del Covid-19 y será necesario un nuevo talento digital que dé cobertura a este proceso de transformación en los años venideros», ha recalcado.
Por otro lado, el informe añade que la brecha que separa las competencias que aportan los recién graduados en Ingeniería Informática de las requeridas por las empresas aumenta casi cuatro puntos respecto al año pasado, de 40,3 puntos a 44,1 puntos (en una escala de 0 a 100), «lo que pone de manifiesto la diferencia entre lo que el mercado precisa y las competencias de los egresados en España».