El Gobierno prevé lanzar este año las primeras subastas renovables bajo un nuevo marco que permite al consumidor eléctrico aprovecharse del precio más barato de estas tecnologías y no descarta ser «más ambicioso» de inicio en sus objetivos de desarrollo de proyectos ‘verdes’ para ayudar a la recuperación económica ante la crisis por la pandemia del Covid-19.
Los anteriores textos de anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética del Ejecutivo contemplaban explícitamente un objetivo de un mínimo de 3.000 megavatios (MW) anuales de licitación hasta 2030, con el reto de alcanzar las metas del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), sin embargo el texto que previsiblemente aprobará este martes el Consejo de Ministros para su remisión a las Cortes no recoge ya una cifra definida de objetivo anual.
Fuentes gubernamentales indicaron que el hecho de que el texto no introduzca un número concreto de MW a desarrollar se debe a una decisión jurídica, ya que el dictamen del Consejo de Estado recomendaba no adoptar unos objetivos definidos en una norma muy a largo plazo, debido a que «no tiene sentido blindar en una ley un número» que se puede modificar «en función de la realidades en cada momento».
No obstante, la ‘hoja de ruta’ del gabinete dirigido por Teresa Ribera pasa por lanzar ya en este año 2020 subastas de renovables, que serían las primeras en España desde 2017, e incluso, llevar a cabo «un esfuerzo inicial» en estos primeros años de la década para contribuir a la recuperación económica tras la crisis por la pandemia del coronavirus.
Para ello, se definirá un nuevo modelo de subastas, que actualice el que está vigente todavía y que ha quedado desfasado, ya que se diseñó en un momento en que las renovables eran más caras que las alternativas fósiles.
Este nuevo mecanismo tendrá por objetivo permitir que el consumidor se aproveche de forma directa del precio más barato de las renovables, definiendo un marco de subastas «más simple y comprensible, parecido al de países del entorno», y dejando atrás las llamadas primas, por lo que se recibirá un precio estable a largo plazo y que «la mayoría del tiempo va a estar por debajo del precio del mercado», señalaron las mismas fuentes.
«Estas semanas y meses ha sido una situación excepcional (por la crisis del Covid-19), pero cuando volvamos a los precios estructurales el nuevo mecanismo de subastas permitirá al consumidor ahorrar dinero y dará al sector una visibilidad a largo plazo», añadieron.
SISTEMA DE LAS SUBASTAS
Así, en estos procedimientos de concurrencia competitiva el producto a subastar será la energía eléctrica, la potencia instalada o una combinación de ambas y la variable sobre la que se ofertará será el precio de retribución de dicha energía.
En las subastas se podrá distinguir entre distintas tecnologías de generación en función de sus características técnicas, niveles de gestionabilidad, criterios de localización, madurez tecnológica y aquellos otros que garanticen la transición hacia una economía descarbonizada, de acuerdo con la normativa comunitaria, destaca el documento que aprobará el Ejecutivo.