La Comisión Europea tiene la intención de captar financiación a través de la emisión deuda europea para construir el fondo de recuperación que impulse las economías del bloque, pero descarta hacerlo a través de bonos perpetuos como ha propuesto el Gobierno de Pedro Sánchez, según han explicado fuentes comunitarias.
La idea básica que Bruselas tiene previsto plantear a las capitales de la UE a finales de este mes sigue pasando por elevar el techo de gasto del presupuesto comunitario hasta el 2% de la renta nacional bruta de la UE para poder a acudir a los mercados financieros utilizando ese margen.
Es un planteamiento que ya trasladó la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, a los jefes de Estado y Gobierno en la última cumbre. Entonces, un documento interno cifraba en 320.000 millones de euros el dinero que Bruselas podría captar de esta forma para movilizar un plan de 1,5 billones de euros.
Sin embargo, los bonos perpetuos del plan español no están ya encima de la mesa de la Comisión Europea, según las mismas fuentes, que apuntan a una mezcla de bonos europeos con distintos vencimientos a corto, medio y largo plazo.
El margen presupuestario, además, permitiría financiar el plan de recuperación sin necesidad de que los Estados miembros tengan que aumentar su contribución al presupuesto de la UE (MFF, por sus siglas en inglés), al que estará anclado el fondo de reconstrucción y que mantendrá una dotación similar a la actual.
En cualquier caso, la idea de que Bruselas emita deuda europea sigue sin convencer a todos los países europeos. El trabajo de la alemana en estas semanas, por tanto, será conseguir un complicado equilibrio entre los países del sur del bloque, a favor de este planteamiento, y las capitales más reacias, entre las que se encuentran, sobre todo, Países Bajos y Alemania.
La profunda división también se hace evidente en la forma en la que el dinero será trasladado a los Estados miembros. De nuevo España, Francia o Italia reclama que la mayor parte se canalice a través de subvenciones no reembolsables, mientras que el norte apuesta por préstamos a devolver.
REFORMAS ECONÓMICAS E INVERSIONES EN INDUSTRIAS CLAVE
Von der Leyen ha prometido que el plan de recuperación estará equilibrado también en este asunto. Sin embargo, en su última aparición ante el Parlamento Europeo no especificó qué proporción tendrá cada forma ni tampoco el tamaño del fondo. Lo que sí especificó la presidenta de la Comisión Europea es que estará compuesto por tres pilares.
El primero de ellos se llevará el 80% del plan de recuperación, según detallan fuentes comunitarias, y estará dividido en dos grandes partes. En primer lugar un fondo para la «resiliencia y la recuperación» que, vinculado al Semestre Europeo, estará dirigido a que los Estados miembros realicen inversiones y reformas para modernizar sus economías. El foco estará puesto en las dos grandes prioridades de la UE: las transiciones climática y digital.
También se enmarcará dentro del primer pilar una dotación complementaria a la Política de Cohesión, pero que será repartida entre los socios comunitarios a través de una nueva clave de reparto vinculada al impacto de la pandemia, por ejemplo, teniendo en cuenta el desempleo general y juvenil de cada país.
La segunda columna del plan de recuperación aglutinará entorno al 15% del plan y centrará su atención en el sector privado. Estará formado por tres instrumentos, de los que sólo el antiguo ‘plan Juncker’, renombrado ‘InvestEU’, existe actualmente. Junto a este, Bruselas propondrá crear una herramienta de inversiones estratégicas en industrias clave en las que la UE es muy dependiente del exterior, como el sector farmacéutico.
A este instrumento se sumará otro con el que, a través del Banco Europeo de Inversiones (BEI) la Comisión Europea tiene la intención de incentivar la inversión privada en compañías sanas especialmente golpeadas por la crisis. La idea de esta herramienta será compensar parte del desequilibrio generado por el distinto margen fiscal que tienen gobiernos nacionales para ayudar a su tejido empresarial.
Por último, el tercer pilar del fondo de recuperación incluirá un nuevo programa europeo centrado en el sector sanitario, el programa de investigación Horizonte o la reserva de equipos médicos recientemente creada ‘rescUE’.