Clínica Baviera obtuvo un beneficio de 2,1 millones de euros en el primer trimestre del año, lo que supone una reducción del 42% respecto al mismo periodo del año anterior, debido al cierre de sus clínicas como consecuencia del estado de alarma decretado en marzo para frenar la expansión del Covid-19 entre la población.
Según ha informado la compañía especializada en oftalmología a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el impacto del cierre de sus establecimientos ha sido «muy significativo» en los últimos meses.
No obstante, los ingresos de Clínica Baviera en este periodo se redujeron tan solo un 1%, hasta los 29,4 millones de euros, gracias al incremento de las ventas en Italia, donde mejoraron un 29,3%, y en Alemania, donde aumentaron un 7,5%, frente al retroceso del 6,7% en España.
El beneficio bruto de explotación (Ebitda), por su parte, descendió un 20,8%, hasta los 6,6 millones de euros, bajando, en este caso, en todos sus mercados: un 47,4% en Italia, un 22,9% en España, y un 12,5% en Alemania.
REBAJA SUS PREVISIONES PARA 2020
Previamente a la publicación de estos resultados trimestrales, Clínica Baviera remitió a la CNMV una información privilegiada anticipando unas pérdidas de cerca de 2 millones de euros, tras estudiar el impacto que tendrá la crisis del coronavirus en su negocio, ya que estas cuentas no incluyen el mes de abril, cuando sus clínicas se mantuvieron cerradas.
En concreto, la compañía ha revisado los objetivos financieros que se fijó en 2018 para el ejercicio 2020, revisando a la baja su resultado neto hasta alcanzar unas pérdidas de 1,90 millones de euros, de los que medio millón corresponden a España.
Las ventas para el conjunto de 2020 serán ahora de 94,4 millones de euros en Europa, de los que 60,9 millones procederán de España. Su margen Ebitda será del 5,2%, afectado principalmente por su negocio en Italia, donde esta margen alcanzará, incluso, valores negativos (-2,6%).
No obstante, Clínica Baviera ya ha reiniciado su actividad en sus centros oftalmológicos de España, lo que ha supuesto la desafección del Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) anunciado en marzo para el 87% de su plantilla como consecuencia del confinamiento.